MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha anunciado este martes 1.900 millones de dólares (1.773 millones de euros) en inversiones para 40 empresas con el objetivo de crear nuevas oportunidades económicas en Centroamérica en el marco de la Cumbre de las Américas que se celebra en la ciudad de Los Ángeles.
"La Administración Biden-Harris reconoce que el desarrollo a largo plazo en el norte de Centroamérica requiere más que solo los recursos de Estados Unidos. Por esta razón, Harris ha hecho un llamamiento al sector privado para que aproveche sus recursos y experiencia para apoyar el crecimiento económico en la región", según ha recogido un comunicado de la Casa Blanca.
De esta manera, en el marco de la Cumbre de las Américas que se celebra esta semana en Los Ángeles, la Administración Biden tiene previsto anunciar una batería de medidas económicas, así como de seguridad para hacer frente a la migración, en un intento por dinamizar la región.
"Son inversiones directas bastante considerables en economías del tamaño de los tres países en cuestión, y serán responsables de crear decenas de miles de empleos", ha indicado en rueda de prensa un alto funcionario de la Casa Blanca.
Entre estas medidas, tal y como ha explicado el alto funcionario estadounidense, se encuentra el Cuerpo de Servicios Centroamericanos, dotada con 50 millones de dólares, para ofrecer a los jóvenes del norte de Centroamérica oportunidades de servicio comunitario remunerado.
Por otro lado, de cara a explorar los desafíos que enfrenta la región, Washington ha asegurado este martes que los factores que impulsan la migración desde Centroamérica y otros lugares son cuestiones a largo plazo que no se pueden resolver rápidamente, aunque han asegurado que han visto "verdaderos progresos".
"Solo quiero subrayar que creemos (...) que se necesitan todos estos pilares --mejor gobernanza, anticorrupción, estado de derecho, reducción de la violencia, empoderamiento de las mujeres-- junto con la creación de empleo para tener el efecto a largo plazo que estamos buscando", ha indicado en una rueda de prensa un alto funcionario de la Casa Blanca.
"Mencioné cómo la anticorrupción y la buena gobernanza eran fundamentales para hacer que este esfuerzo funcionara, y no vamos a rehuir mantenernos firmes en esos principios", ha dicho el alto funcionario estadounidense, refiriéndose al veto en el encuentro americano de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Así, ha recordado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha "mantenido firme" ante los "esfuerzos contra la corrupción, que puede ser la razón por la que determinados líderes eligieron no venir". "No tenemos que disculparnos por defender esos principios", ha agregado.
La ausencia de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la IX Cumbre de las Américas se suma a la de otros jefes de Estado latinoamericanos que han cuestionado que la Casa Blanca haya vetado la presencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
"La razón por la que ella (Castro) no ha venido es que cree que todos los países de la región deben ser invitados. Y principalmente es una referencia a Cuba, que no se incluyó", ha expresado, agregando que la presidenta hondureña tiene "buena relación" con Biden, puesto que el mandatario estadounidense estuvo en su toma de posesión.
El alto funcionario estadounidense ha zanjado el debate asegurando que en la tercera cumbre americana celebrada en Canadá, en 2001, "todos los países participantes dejaron claro que la democracia debe ser un principio central".
"El ministro de Exteriores (de Honduras) estará aquí, y esperamos con interés un compromiso y un seguimiento plenos", ha indicado, asegurando que "Guatemala es una cuestión diferente", refiriéndose a la ausencia del presidente del país, Alejandro Giammattei.
Fundada en 1994, la Cumbre de las Américas dio comienzo este lunes y es la única reunión hemisférica de líderes de América del Norte, del Sur y Central que "sirve como el foro más importante" para abordar los "desafíos y oportunidades compartidos" de la región.
La Administración estadounidense informó a principios del mes de mayo que Cuba, Nicaragua y Venezuela no recibirían invitación para la cumbre en Los Ángeles, ya que no son naciones democráticas, lo que provocó un aluvión de críticas de distintos mandatarios latinoamericanos, entre ellos el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.