Al imponer la toga a 11 nuevos jueces, el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), magistrado Rafael Guerra Álvarez, afirmó que hoy rindieron protesta para superar las limitaciones de su condición humana y alcanzar la virtud, y les aseguró que ésta no se logra con créditos académicos, programas de actualización ni doctrina, pero sí con el corazón abierto para apreciar el dolor ajeno; con empatía, no con apatía, y con el dominio de sus filias y fobias.
Guerra Álvarez aseguró a los nuevos jueces que alcanzarán la virtud cuando se “pongan en los zapatos de los demás”, cuando acepten sus puntos ciegos, al reconocer sus sesgos, con el entendimiento de nuevas perspectivas y visualizando lo que ignoran con la misma importancia de lo que conocen y precisó que como impartidores de justicia deber ser imparciales.
El también presidente del Consejo de la Judicatura de la Ciudad de México detalló que espera tener siempre presente su condición humana perfectible, labrar su espíritu en el estudio, y fraguarlo en el silencioso lenguaje del ejemplo, así como afilarlo en la humildad de escuchar a sus pares, superiores y subalternos, “porque la justicia no emana de ustedes y jamás podrán contenerla”.
Las juezas designadas son: Mónica González Alvarado, Claudia Jiménez Teutli, Adriana López Gutiérrez, Verónica Ortiz Marmolejo, Ingrid Daniela Rayo Chimal y Dafne Livihe Rosales Montes de Oca; asimismo, los jueces: Rodrigo Kevin Martínez Vázquez, Alejandro Alberto Pérez Medel, Luis Daniel Romo García, Fernando Miguel Sarabia Villuendas e Idelfonso Tacuba Valle.
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