Vadim Bakatin, político liberal que dirigió brevemente la KGB, murió a los 84 años de edad, de acuerdo con medios rusos que dieron a conocer la noticia el lunes 1 de agosto. Bakatin ocupó el cargo más alto en el servicio de seguridad soviético antes del colapso de la URSS.
El entonces líder soviético Mijail Gorbachov colocó a Bakatin en el puesto. En su momento Bakatin dijo estar abierto a abrir los archivos de la KGB para arrojar luz sobre misterios no resueltos, como el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy en 1963.
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El mismo Bakatin vivió la desaparición de un familiar en condiciones misteriosas. En una ocasión declaró que había encontrado un expediente de la policía de seguridad sobre su abuelo, que fue ejecutado bajo el mandato de Josef Stalin en 1937 tras ser denunciado por un informante.
“Los archivos relativos a los misterios en los que el establecimiento de la verdad tiene una gran importancia para la humanidad deben abrirse”, dijo Bakatin. Pero la Unión Soviética se derrumbó pocos meses después y los archivos nunca fueron abiertos.
Bakatin es recordado por haber entregado a Estados Unidos una bolsa llena de dispositivos de escucha y un conjunto de planos que mostraban cómo la KGB había espiado la embajada de ese país en Moscú.