SAN DIEGO (AP) — El número de venezolanos, cubanos y nicaragüenses detenidos en la frontera sur de Estados Unidos se disparó en agosto, mientras que los migrantes de México y de otros países de alta emigración fueron detenidos con menor frecuencia, informaron autoridades estadounidenses el lunes.
Estados Unidos hizo 56.000 detenciones de migrantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua el mes pasado, comparadas con 49.826 en julio y 23.141 de agosto de 2021, según funcionarios del gobierno estadounidense. Al mismo tiempo, por tercer mes consecutivo, se hicieron menos detenciones de migrantes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
En total, las autoridades realizaron alrededor de 203.000 detenciones de migrantes en agosto. Durante julio de este año se registraron 199.976 detenciones de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México, y 213.593 en agosto de 2021.
Aunque no es posible identificar una única razón para el repentino cambio en los flujos migratorios, es extremadamente complicado para Estados Unidos expulsar a migrantes de esos países debido a una regla de la era de la pandemia conocida como Título 42, que las autoridades estadounidenses invocaron para rechazar las solicitudes de asilo con el argumento de evitar la propagación de COVID-19.
Las relaciones de Estados Unidos con Venezuela, Cuba y Nicaragua son profundamente tensas, lo que dificulta o imposibilita repatriar a los migrantes de esos tres países.
México se ha comprometido a aceptar a migrantes expulsados bajo el Título 42 si son oriundos de Guatemala, Honduras o El Salvador, además de a los mexicanos. Si bien en teoría la norma se aplica a todas las nacionalidades, las personas provenientes de esos cuatro países son las más afectadas.
El gobierno del presidente Joe Biden se ha apoyado en otros países del continente para que reciban a más personas que huyen de sus hogares, incluyendo México, Costa Rica —que es hogar de muchos nicaragüenses— y Colombia, que ha recibido a millones de venezolanos en los últimos años.
La migración venezolana se desplomó a principios de este año luego de que México impuso restricciones a los viajes aéreos, pero ha aumentado en los últimos meses debido a que más de ellos llegan por tierra.
En julio, las autoridades estadounidenses hicieron 17.651 detenciones de migrantes venezolanos en la frontera con México, la gran mayoría de ellas en Eagle Pass y Del Rio, Texas, y sus alrededores.
Su presencia es visible en los titulares de los diarios. Los aproximadamente 50 migrantes que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, trasladó a la lujosa isla de Martha’s Vineyard en Massachusetts eran venezolanos en su totalidad, al igual que cinco de las seis personas que las autoridades estadounidenses encontraron ahogadas en el Río Bravo —conocido como Río Grande en Estados Unidos— cerca de Eagle Pass el fin de semana del Día del Trabajo. El sexto era de Nicaragua.