MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La historia del metro como unidad de longitud empezó cien años antes. En la Revolución francesa de 1789, junto a otros desafíos considerados necesarios para los nuevos tiempos, se nombraron Comisiones de Científicos para uniformar los pesos y medidas, entre ellos la longitud.
La tarea fue ardua y complicada; se barajó como patrón la longitud del péndulo en un segundo a la latitud de 45 grados, pero acabaría descartándose por no ser un modelo completamente objetivo. Se acordaría, por fin, medir un arco de meridiano para establecer, sobre él y por tanto sobre la propia Tierra, el patrón del metro, cuya etimología es la palabra griega 'metron', que significa medida.
Los encargados de dicha medida fueron Jean Baptiste Joseph Delambre y Pierre Méchain, quienes entre 1791 y 1798 y mediante un sistema de triangulación desde Dunkerque a Barcelona, establecieron la medida de dicho arco de meridiano sobre la que se estableció el metro, informa Wikipedia.
Inicialmente, esta unidad de longitud fue creada por la Academia de Ciencias de Francia en 1792 y definida como la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo de la línea del ecuador terrestre, a través de la superficie terrestre. Si este valor se expresara de manera análoga a como se define la milla náutica, se correspondería con la longitud de meridiano terrestre que forma un arco de 1/10 de segundo de grado centesimal.
Finalmente, el 28 de septiembre de 1889 la Comisión Internacional de Pesos y Medidas adoptó en su primera conferencia nuevos prototipos para el metro y, después, para el kilogramo, los cuales se materializaron en patrones de aleación de platino e iridio depositados en los subterráneos de la Oficina de Pesos y Medidas en Sèvres, a las afueras de París.
Estos patrones se utilizaron hasta 1960. Desde 1983, la definición vigente del metro es la "distancia recorrida por la luz en el vacío en 1/299792458 partes de un segundo", dada en la XVII Conferencia General de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas.