El huracán Ian anegó un hospital de Florida por varios frentes: la marejada inundó la sala de urgencias situada en la plata baja y los fuertes vientos arrancaron parte del tejado de la cuarta, donde está la unidad de cuidados intensivos, según una médico del centro.
La doctora Birgit Bodine pasó la noche en el hospital HCA Florida Fawcett en Port Charlotte anticipando que la tormenta pudiese causar grandes problemas, “pero no esperábamos que volase el tejado de la cuarta planta”, dijo.
El agua se coló desde arriba hasta la UCI el miércoles, lo que obligó al personal a evacuar a los pacientes más enfermos del centro, algunos de ellos con respiradores, a otras plantas. Los trabajadores repartieron toallas y recipientes de plástico para tratar de contener el repentino caos.
El hospital tiene cuatro plantas, pero los pacientes tuvieron que concentrarse en apenas dos debido a los daños.
Bodine tiene previsto pasar otra noche en el centro ya que los heridos causados por el meteoro podrían empeorar la situación.
“Es posible que las ambulancias comiencen a llegar pronto y, en este momento, no sabemos dónde ponerlos en el hospital", señaló, indicando que están al doble o al triple de su capacidad.
Pese a la inundación, los pacientes han sido en su mayoría comprensivos, agregó.
“Para nosotros, por muy terrible que sea todo y estemos agotados (...) mientras nuestros pacientes estén bien y nadie termine muriendo o empeorando, eso es lo que importa", manifestó.