El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no reconoció el martes los resultados de las elecciones que perdió ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, en sus primeros comentarios desde que los comicios se llevaron a cabo hace dos días.
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Pero después, el jefe de gabinete, Ciro Nogueira, dijo a los periodistas que Bolsonaro lo autorizó a comenzar el proceso de transición.
En su breve discurso, el presidente no mencionó los resultados de las elecciones, aunque dijo que continuará siguiendo las reglas de la Constitución.
“Siempre me han etiquetado como antidemocrático y, a diferencia de mis detractores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, dijo Bolsonaro, flanqueado por más de una docena de ministros y aliados, a periodistas en la residencia oficial en Brasilia, la capital.
Bolsonaro perdió la contienda por un margen muy estrecho, al obtener el 49.1% de los votos frente al 50.9% de Lula. Ha sido la carrera presidencial más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985.
Más temprano el martes, el Supremo Tribunal Federal ordenó a la policía federal de caminos despejar de inmediato cientos de carreteras en todo el país bloqueadas por camioneros que apoyan a Bolsonaro y desconocen la derrota ante Lula.
La mayoría de los jueces del tribunal respaldó la decisión, que acusa a la policía de caminos de “omisión e inercia”. El incumplimiento supone que su director puede ser multado con hasta 100 mil reales (más de 19 mil dólares) por hora, ser destituido de sus funciones e incluso enfrentarse a un arresto.
Los fiscales federales en los estados de Sao Paulo y Goiás dijeron que habían abierto investigaciones sobre los bloqueos.
Para el mediodía del martes, la policía de caminos había retirado 306 bloqueos, pero aún quedaban más de 260.
“No hay duda de que, aunque no sea el responsable directo de estas acciones, todo lo que él ha hecho como presidente avivó esto, especialmente el cuestionamiento del proceso electoral y de las papeletas”, aseguró Williams Gonçalves, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
De manera muy similar al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, Bolsonaro cuestionó repetidamente la confiabilidad del sistema electoral del país, alegando que las máquinas de votación electrónica son propensas al fraude. Nunca aportó ninguna prueba, ni siquiera cuando se lo ordenó el tribunal electoral. El presidente de extrema derecha admira abiertamente a Trump.
“Bolsonaro está completamente aislado. Todos los responsables de otras instituciones ya reconocieron los resultados de las elecciones”, subrayó Gonçalves.