MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Ruanda ha desmentido las acusaciones y señalado por contra al Gobierno congoleño por asistir al movimiento rebelde de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), en una crisis alimentada por un gran avance del M23 en los territorios de Kivu del Norte que culminó la semana pasada con la expulsión del embajador ruandés en RDC, Vincent Karenga.
En un comunicado conjunto recogido por el diario ruandés 'The New Times', los ministros de Exteriores de RDC, Christophe Lutundula, Téte António de Angola y Vincent Biruta de Ruanda acordaron este pasado sábado seguir dialogando "como forma prioritaria para resolver la crisis política entre los dos países hermanos" y definir "un calendario para acelerar" la hoja de ruta de desescalada firmada en julio.
La tensión, no obstante, todavía persiste. Este pasado sábado, el portavoz del Ejército congoleño, general Sylvain Ekenge, aseguró que más de 2.000 jóvenes habían atendido la llamada a la "movilización total" realizada el día anterior por el presidente del país, Félix Tshisekedi.
Los nuevos reclutas serán entrenados en centros militares del país como posible refuerzo a las operaciones contra el M23 en Kivu Norte, añadió el portavoz en comentarios recogidos por Radio Okapi, y en un momento en que tropas kenianas se han desplazado al este de la RDC para controlar los múltiples frentes de violencia tanto del M23 como de otros grupos como las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) --que juraron lealtad a Estado Islámico-- o las propias las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda.
El presidente dio esta orden de movilización tras constatar falta de avances diplomáticos como el ocurrido finalmente este fin de semana. "Nadie más que nosotros va a venir a salvar a nuestra nación. La guerra que nos han impuesto nuestros vecinos exige sacrificios de cada uno de nosotros y es hora de acallar nuestras diferencias políticas para defender juntos nuestra patria", proclamó en su discurso, recogido por el portal de noticias congoleño Actualité.