MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Poco después de que se conociera la noticia, el presidente Zelenski pronunció su habitual discurso vespertino en el que se refirió a la explosión registrada en el país vecino y acusó a Rusia de haber lanzado los misiles que alcanzaron Polonia, cerca de la frontera con Ucrania.
Asimismo, el jefe de Estado ucraniano definió lo ocurrido como "una escalada muy significativa" en el conflicto, pues se trataría en ese caso del primer impacto directo que recibía un país miembro de la Alianza Atlántica desde el estallido de la guerra, y llamó a tomar medidas.
Tras estas palabras de Zelenski, Sulliván descolgó rápidamente el teléfono para contactar con el mandatario ucraniano e instarle a tener cuidado con la forma en la que se referían a lo ocurrido, según relatan a la cadena estadounidense CNN fuentes familiarizadas con el asunto.
Y es que, tanto Washington como más tarde Varsovia, descartaron en primer lugar señalar directamente a Rusia como responsable de lo ocurrido y, más tarde, apuntaron a la posibilidad de que el misil caído en territorio polaco pudiera haber sido lanzado por las Fuerzas Armadas ucranianas en el marco de una operación defensiva.
De hecho, esta última versión sobre lo que podría haber ocurrido el martes no ha gustado a Kiev, y el propio Zelenski ha incidido en que Ucrania debería formar parte también de la investigación del suceso. Polonia finalmente ha accedido a ello.
Medios polacos informaron a última hora del martes de la muerte de dos personas en Przewodow, en la provincia de Lublin, tras el posible impacto de dos cohetes perdidos. Países como Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania se aventuraron a señalar a Rusia.
Moscú, por su parte, ante los llamamientos de varios Estados a defender el territorio de la OTAN, salió al paso para desmentir las acusaciones y señalar que los fragmentos de misiles hallados en la zona no corresponden con el tipo de armamento que utilizan sus Fuerzas Armadas en el marco de la guerra en Ucrania.