MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Este grupo ha estado operando desde junio y tiene la tarea de valorar el futuro que correrán todas estas conmemoraciones que se levantaron hace décadas para recordar el triunfo de la Unión Soviética en la II Guerra Mundial y la liberación de sus antiguas repúblicas del control de los nazis.
El contenido esta lista es por el momento secreto también, aunque no se descarta en el hacerlo público. Si bien ya es conocido el destino de algunos de estos monumentos, como la réplica de un tanque T-34 en la ciudad de Narva (noreste), que fue retirado en agosto, por ahora se desconoce el futuro de muchos otros.
Ante la polémica suscitada por el secretismo que rodea a esta comisión y su trabajo, el ministro de Asuntos Exteriores, Urmas Reinsalu, ha querido aclara que "probablemente más tarde se hará todo público. No hay secretos, ha zanjado, según recoge la cadena pública ERR.
Por su parte, la ministra de Cultura, Piret Hartman, se ha mostrado partidaria de que se publique toda la información al respecto, no solo porque "a los políticos no les interesa mantenerla en secreto", sino porque también "la sociedad tiene algo que decir sobre estos temas" que "afectan" a su entorno.
En contraposición a esta retirada, autoridades artísticas y culturales del país báltico se han mostrado preocupados por la nueva legislación que se está preparando para darle una base legislativa a la orden que dio el Gobierno en agosto.
"Han decidido por nosotros que tenemos que empezar a desmantelar todo este patrimonio, que tenemos que empezar a modificarlo. Lo triste es que no se entiende que la historia no se puede cambiar. Con esto, sin embargo, se quita la oportunidad hablar de esta historia", han señalado desde la Academia de las Artes de Estonia.