MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El viaje del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a Estados Unidos tiene entre sus principales cargas simbólicas el compromiso del envío de misiles Patriot, una tecnología que, si bien no supondrá grandes cambios en el terreno bélico, sí está llamada a ser una bandera del compromiso político y militar norteamericano.
Los Patriot --acrónimo de Phased Array Tracking Radar for Intercept on Target-- derivan de programas iniciados en la década de los sesenta del siglo XX y su primer despliegue data de los ochenta. Actualmente, 18 países disponen de esta tecnología, sin contar posibles acuerdos con Ucrania, según el Center for Strategic and International Studies (CSIS).
Estado Unidos desplegó los Patriot en la primera Guerra del Golfo, aunque su eficacia fue especialmente reseñable más de una década después, cuando las tropas norteamericanas lanzaron una nueva ofensiva en Irak para derrocar al régimen de Sadam Hussein. En los últimos años, han servido en la guerra de Yemen, entre otro escenarios.
El CSIS apunta en un reciente artículo, suscrito por Marcos F. Cancian y Tom Karako, que la Administración no busca únicamente ayudar a las fuerzas ucranianas a defenderse de los ataques rusos, sino también dejar claro que seguirá apoyando al Gobierno de Volodimir Zelenski en todos los frentes.
De hecho, Zelenski ha reclamado durante estos últimos meses una mejora de los sistemas de defensa antiaéreos, instrumento clave para hacer frente a una ofensiva que Rusia libra también desde el aire, con lanzamientos coordinados de misiles en distintos puntos de Ucrania de forma prácticamente simultánea.
Cancian y Karako exponen que, en realidad, tanto Estados Unidos como otros países de la OTAN tienen poco margen para entregarle estos sistemas a Ucrania, en la medida en que la inversión en este tipo de tecnologías no ha sido tan necesaria para garantizar la soberanía nacional y facilitar la operaciones bélicas sobre el terreno.
Además, en el caso de los Patriot se suma que es un sistema caro --ronda los 1.100 millones de dólares contando también los misiles-- y que la formación suele llevar varios meses, plazos que previsiblemente se acortarían en el caso de Ucrania.
NO SERÁ UN PUNTO DE INFLEXIÓN MILITAR
El CSIS apunta que el despliegue de Patriot no será en ningún caso determinante para la potencial derrota militar de Rusia, ya que el sistema únicamente protege aquella zona donde se instala. Moscú ha advertido, además, de que atacará estos equipos en caso de que sean desplegados en territorio ucraniano.
El Ministerio de Defensa español explica que el radar del sistema puede detectar objetivos a entre 70 y 130 kilómetros de distancia, mientras que cada lanzadera puede transportar un máximo de cuatro misiles con un alcance de hasta cien kilómetros. Este tipo de batería facilitaría la respuesta frente a misiles y también frente a drones grandes.