QUITO (AP) — El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, confirmó el viernes la captura en Colombia del ex policía Germán Cáceres, quien está prófugo de la justicia desde septiembre de 2022 tras el feminicidio de su esposa en un cuartel policial.
Cáceres “ha sido localizado y capturado”, informó el mandatario en un mensaje publicado en Twitter y aseguró que “una vez en el país, recibirá todo el peso de la ley”.
En rueda de prensa, el ministro del Interior, Juan Zapata, afirmó que el detenido se encuentra en buen estado de salud y reiteró el compromiso de la institución en la lucha “contundente” contra la violencia de género.
Cáceres fue encontrado en un área rural de Palomino, en el departamento de la Guajira, en el vecino país, donde trabajaba como “bar tender” en una cabaña.
Los procedimientos para su traslado a Ecuador se iniciarán “en el marco de la ley”, dijo el canciller ecuatoriano Juan Carlos Holguín, quien no estimó un tiempo específico para el trámite y el arribo de Cáceres a territorio nacional.
Holguín mencionó que la noche del viernes el presidente Lasso se comunicó con su homólogo colombiano Gustavo Petro para agradecer el trabajo coordinado de las fuerzas del orden de Ecuador con la policía, el ejército y la Fiscalía de ese país.
El comandante de Policía, Fausto Salinas, fue enfático al señalar que la institución policial “no protege ni encubre a nadie”. El alto mando policial junto con el ministro se trasladarán el sábado a Colombia para supervisar los procedimientos.
Se anunció que Cáceres, el tercer más buscado del país por violencia de género, será llevado a Santa Marta y posteriormente a Bogotá. Su regreso a Ecuador será en un avión de la policía colombiana.
Elizabeth Otavalo, madre de la víctima, se pronunció a través de un mensaje difundido por redes sociales solicitando “transparencia”, al tiempo que pidió que Cáceres sea puesto a “buen recaudo”, para evitar una “nueva fuga” o “que se nos suicide”.
La abogada quiteña María Belén Bernal, de 34 años, acudió a una escuela de formación policial donde laboraba Cáceres, luego de lo cual estuvo desaparecida por una semana. Su cuerpo fue encontrado en el cerro Casitagua, en los alrededores de la institución. La Fiscalía del Estado investiga el hecho, por el cual existe una cadete detenida.
El gobierno ecuatoriano había ofrecido una recompensa de 20.000 dólares por información que permita la localización del acusado.
El feminicidio de Bernal conmocionó a la sociedad ecuatoriana y sumió en una crisis institucional a la Policía Nacional.