MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
"Se han tomado las medidas necesarias para dar seguimiento al caso del martirio del general Qasem Soleimani, aunque desafortunadamente tanto los estadounidenses como los occidentales están lanzando piedras y obstáculos en la persecución legal del caso, pero las manos de la República Islámica de Irán no están atadas", ha señalado el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian.
El titular de Exteriores ha agregado que las autoridades del país siguen "todos los caminos legales". "En un memorándum, anunciamos y dejamos constancia de la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos en ese momento por este magnicidio, y seguiremos nuestra denuncia en su forma natural", ha explicado.
"Paralelo a eso, se han tomado otras medidas, como el hecho de que cerca de 60 funcionarios estadounidenses relevantes que estuvieron involucrados en este asesinato han sido colocados en la lista negra terrorista de la República Islámica de Irán", ha comunicado Amirabdolahian, que ha asegurado que este aspecto ha sido uno de los debates en las recientes negociaciones con Washington.
El Ministerio habría justificado que esta sanción fue "precisa y correcta" porque el objetivo ha sido "llevar a estas personas ante la justicia", ha recogido la agencia de noticias Irna.
Irán solicitó en enero de 2021 a la agencia policial Interpol que emitiera una alerta roja para lograr la detención de Trump y otras 48 personas supuestamente implicadas en el bombardeo que mató a Soleimani, entonces jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El entonces jefe del aparato judicial iraní y actual presidente del país, Ebrahim Raisi, destacó que Trump "tendrá que pagar" por la "atrocidad" que supuso el bombardeo ejecutado en el aeropuerto de la capital de Irak, Bagdad, tras la llegada de Soleimani en una visita al país.
Soleimani fue una de las víctimas de un ataque con drones --que llevó al Parlamento de Irak a exigir la salida de las tropas internacionales del país-- perpetrado por Estados Unidos en enero de 2020, entre las que figuró también Abú Mahdi al Muhandis, entonces 'número dos' de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --una coalición de milicias progubernamentales iraquíes apoyadas por Irán--.