DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Iraníes de línea dura quemaron el domingo banderas francesas afuera de la embajada de Francia en Teherán, protestando contra las caricaturas publicadas por la revista satírica francesa Charlie Hebdo en las que se ridiculiza a los clérigos que gobiernan Irán.
Las caricaturas fueron publicadas en un momento en el que hay protestas contra el gobierno de Irán desde hace cuatro meses. Los manifestantes piden la caída de la República Islámica y desafían sus políticas intransigentes.
Cientos de manifestantes, entre ellos estudiantes de seminario, gritaron “Muerte a Francia” y acusaron al presidente francés, Emmanuel Macron, de insultar a Irán, al tiempo que instaron a París a poner fin a la “animadversión” hacia Teherán. Los agentes de policía, algunos de los cuales parecían sostener imágenes del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, mantuvieron a los manifestantes a distancia del edificio de la embajada.
La televisión estatal dijo que algunos clérigos celebraron protestas similares en la ciudad santuario de Qom, el centro del aprendizaje religioso en Irán.
El portavoz del parlamento iraní, Mohammad Bagher Qalibaf, vinculó el domingo las caricaturas de la revista francesa con lo que las autoridades han denunciado en repetidas ocasiones como un supuesto complot de Occidente para propagar disturbios en Irán.
Charlie Hebdo tiene una larga historia de publicar caricaturas vulgares burlándose de los islamistas, que según los críticos son profundamente insultantes para los musulmanes. Dos extremistas de Al Qaeda de origen francés atacaron la oficina del periódico en 2015, matando a 12 caricaturistas, y ha sido blanco de otros ataques a lo largo de los años.
En su último número aparecen los ganadores de un reciente concurso de viñetas en el que se pedía a los participantes que dibujaran las caricaturas más ofensivas de Jamenei.
Una de las finalistas representa a un clérigo con turbante que se acerca a la soga de una horca mientras se ahoga en sangre, mientras que otra muestra a Jamenei aferrado a un trono gigante sobre los puños levantados de los manifestantes. Otras muestran escenas más vulgares y sexualmente explícitas.