LIMA (AP) — Un policía murió calcinado en Perú en las protestas contra el gobierno, en la región de Puno, al ser atacado por manifestantes mientras patrullaba, según la explicación ofrecida el martes por las autoridades peruanas.
Las manifestaciones, que comenzaron a inicios de diciembre pasado tras la destitución de Pedro Castillo como presidente, suman ya 47 muertos, según el recuento de la Defensoría del Pueblo: 39 civiles en la confrontación con fuerzas del orden, otros siete por accidentes de tránsito o eventos vinculados al bloqueo de vías y el policía caído.
El suboficial José Luis Soncco Quispe, de 29 años, hacía rondas de vigilancia en un patrullero en la ciudad de Juliaca, en Puno, la noche del lunes con un compañero cuando, según reportes policiales, fueron agredidos por una turba que luego incendió el vehículo.
“Cerca (del patrullero) se halló un cuerpo carbonizado que, hasta el momento, no ha sido plenamente identificado”, dijo el ministerio del Interior del Perú en una nota de prensa el martes en la mañana. Luego, las autoridades aseguraron que era el cadáver de Soncco.
Según el parte policial, el compañero de Soncco en el patrullero, el suboficial Ronald Villasante Toque, indicó “que fueron retenidos y agredidos físicamente por unos 350 manifestantes” y que, en ese momento, desconocía cuál era la situación del otro policía.
Villasante, que recibió varios golpes, fue trasladado a Lima para ser atendido en un hospital, luego de que se le diagnosticó policontusiones y heridas múltiples en la cabeza.
El primer ministro, Alberto Otárola, confirmó la muerte de Soncco en una sesión del Congreso, donde presentó su plan de gestión y pidió el voto de confianza parlamentario, que necesita para que el gabinete ministerial que designó Boluarte sea validado y siga en funciones.
“Fueron agredidos a mansalva por los manifestantes y (…) se constituye al lugar de los hechos la Policía y constata que un policía fue golpeado y maniatado y el otro, el subalterno de segunda José Luis Soncco Quispe, lamentablemente ha fallecido, ha sido quemado vivo en su patrullero. Deploro esta agresión contra las fuerzas del orden”, declaró.
Además, anunció toque de queda en Puno por tres días desde las 8 de la noche hasta las 4 de la madrugada y que se decreta duelo nacional laborable el miércoles, así como media asta a las banderas “en homenaje y respeto a los caídos”.
En la tarde del lunes, la Defensoría del Pueblo reportó movilizaciones, paralizaciones y bloqueos de caminos en 33 provincias, con 55 puntos de interrupción en vías nacionales.
Además, informó de la quema del patrullero en Juliaca, la combustión de un módulo de un juzgado en la provincia de Angaraes, en la región Huancavelica, en sierra central del Perú, y daños en una sede judicial de una ciudad de Apurímac, región del sur del país.
La Fiscalía comunicó que avanza en la investigación contra Boluarte y algunos de sus altos funcionarios.
La titular de la entidad, Patricia Benavides, dispuso iniciar investigación preliminar contra la gobernante, contra el premier Otárola y contra los ministros Víctor Rojas y César Cervantes- de Interior-, Jorge Chávez -de Defensa- y Pedro Ángulo -ex primer ministro- por presuntos delitos de genocidio, homicidio y lesiones graves en las protestas en las regiones de Apurímac, La Libertad, Puno, Junín, Arequipa y Ayacucho.
Las protestas -que exigen un adelanto de elecciones generales, la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso- tomaron un nuevo impulso tras retomarse el miércoles pasado, después de una tregua parcial por las fiestas de fin de año.
En Juliaca, se intensificó la protesta desde el viernes, cuando cientos de manifestantes intentaron tomar el aeropuerto, pero fueron refrenados por las fuerzas del orden.
El aeropuerto de Juliaca mantiene la suspensión de sus operaciones por esta violencia.
Entre los manifestantes que exigen la renuncia de la mandataria, el cierre del Congreso y nuevas elecciones, hay quienes también reclaman que se le libere a Castillo, el antecesor de Boluarte que fue depuesto y permanece en prisión preventiva por ocho meses mientras es investigado por presunta rebelión.
Boluarte asumió el gobierno luego de que Castillo, que era presidente desde el 2021, fuera destituido por el Congreso tras intentar disolver este poder del Estado con un mensaje televisivo el 7 de diciembre. La actual mandataria era vicepresidenta y fue elegida en la misma lista con su antecesor. El Parlamento la juramentó el mismo día de la destitución de Castillo por ser sucesora constitucional.
Castillo fue detenido cuando iba en un vehículo con su comitiva en una avenida del centro de Lima. Según la Fiscalía, se dirigía a la embajada de México para buscar asilo político.