Burkina Faso, Guinea y Malí piden su readmisión en la UA y la CEDEAO tras su exclusión por los golpes de Estado

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

Los ministros de Exteriores de Burkina Faso, Guinea y Malí, Olivia Rouamba, Morissanda Kouyate y Abdoulaye Diop, respectivamente, han celebrado una cumbre en la capital burkinesa, Uagadugú, en la que han acordado unir esfuerzos para intentar lograr su reintegración en estos bloques.

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El comunicado conjunto publicado tras la cumbre recoge que los tres países "coordinar esfuerzos y llevar a cabo iniciativas comunes para la retirada de las medidas de suspensión y otras restricciones", incluidas las sanciones económicas impuestas contra estos tres países.

Así, han indicado que las medidas de la UA y la CEDEAO "afectan a poblaciones ya afectadas por la inseguridad y la inestabilidad política" y "privan" a ambas organizaciones "de la contribución de los tres países, necesaria para superar los grandes desafíos".

Los ministros han destacado además que estas medidas "suponen un atentado contra la solidaridad subregional y africana, que supone el punto cardinal de la integración, la cooperación regional y continental".

En este sentido, han lamentado que las sanciones, "impuestas de forma mecánica", "no tienen en cuenta las causas profundas y complejas de los cambios políticos", en referencia al malestar social que precedió a la oleada de asonadas en estos países por el aumento de la inseguridad y el ahondamiento de la crisis económica y social.


"Las decisiones de suspensión impiden la participación de estos países en las instancias de la CEDEAO y la UA, particularmente las que abordan grandes desafíos como los de seguridad, cuestiones humanitarias y el desarrollo económico duradero", subraya el comunicado conjunto, firmado por los tres ministros.

Por ello, han abogado igualmente por "la búsqueda de soluciones endógenas a los desafíos a los que estos países hacen frente", antes de mostrar su disposición a "examinar toda asociación que respete su soberanía y responda a las necesidades de sus poblaciones".

"En el marco de la lucha contra la inseguridad en la banda sahelo-sahariana, las delegaciones burkinesa, guineana y maliense han destacado la necesidad de conjugar sus esfuerzos y los de los países de la subregión y la región para hacer frente a este azote", han manifestado.

En esta línea, han reclamado "coherencia" en las acciones "a nivel regional, a partir de la base de las operaciones bilaterales ya puestas en marcha", al tiempo que han apostado por "institucionalizar un marco permanente de concertación entre los tres países" y el lanzamiento de "consultas políticas y diplomáticas del más alto nivel en el eje Bamako-Conakry-Uagadugú".

Por último, han reafirmado su "compromiso" con "los objetivos y principios de la CEDEAO y la UA" y a la hora de "responder a las aspiraciones de las poblaciones" en los tres países, incluidos programas "para el desarrollo del comercio, los transportes, la obtención de productos de primera necesidad, la transformación profesional, el desarrollo rural, la explotación minera, la cultura, las artes y la lucha contra la inseguridad".

Malí ha sido escenario de dos golpes de estado --en agosto de 2020 y mayo de 2021--, especialmente a causa del incremento de la inseguridad, caso similar al de Burkina Faso, que sufrió una asonada en enero de 2022, seguida por un golpe palaciego en octubre para derribar al hasta entonces líder de la junta militar.


En el caso de Guinea, el golpe de Estado de septiembre de 2021 estuvo derivado del aumento del malestar popular y las críticas opositoras contra el entonces presidente, Alpha Condé, después de lograr un tercer mandato a pesar de que la Constitución limitaba a dos sus mandatos. Sin embargo, la expansión de la amenaza yihadista desde el Sahel hacia el golfo de Guinea ha hecho saltar las alarmas en Conakry.

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