MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Su abogado, Abbe Lowell, ha enviado una carta al presidente de esta comisión, James Comer, argumentando que no hay "un propósito legislativo legítimo" para solicitar los registros de su cliente, que no es más que un "ciudadano privado", pero se ha ofrecido a reunirse con el comité "para ver si el señor Biden tiene información que pueda servir a algún propósito legislativo legítimo".
El miércoles, Comer pidió a Hunter información sobre sus negocios, en especial los que firmó en China y Ucrania, país en el que sus participaciones en Burisma, una compañía de gas, motivaron a Donald Trump a presionar al presidente Volodimir Zelenski para que encontrara irregularidades. Aquella maniobra motivó el primero de los dos juicios políticos a los que se enfrentó el magnate durante su mandato.
Comer ha lamentado la decisión de Hunter, quien podría ser citado a declarar por la comisión tras negarse a cumplir con estas demandas, y ha acusado a los Biden de "tratar de obstruir las labores de supervisión del Congreso", en lo que tiene que ver con las "prácticas comerciales sospechosas de su familia", cuenta NBC.
"El pueblo estadounidense exige transparencia, no encubrimientos políticos. El Comité de Supervisión continuará su supervisión y utilizará todas las herramientas a su alcance para recopilar información para nuestra investigación", ha dicho.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, las acusaciones contra Hunter han sido una constante, si bien se han intensificado en los últimos meses después de que los republicanos hayan recuperado el control de la Cámara.
Además de sus asuntos con Burisma, los republicanos también han puesto el foco en sus negocios en China cuando su padre era el vicepresidente de Barack Obama. Así, Trump no solo presionó a Zelenski, sino también a Pekín para que investigara posibles irregularidades.
Hunter Biden también ha sido noticia esta semana por una sesión de esta comisión en la que declararon tres altos cargos de Twitter por las supuestas acusaciones de que esta y otras redes sociales habrían actuado para ocultar de sus plataformas las referencias a un reportaje del tabloide 'New York Post' sobre el contenido de uno de sus ordenadores portátiles.
Yoel Roth, antiguo jefe y seguridad de Twitter, reconoció que si bien la empresa cometió un error en el tratamiento de aquella información, contaban con "información limitada" y que a simple vista existían "muchas similitudes" con la de la filtración rusa en la campaña presidencial de 2016.
Aquellas historias y rumores sobre el supuesto contenido del portátil de Hunter fueron algunas de las bazas utilizadas por Trump durante la campaña electoral, e incluso en los debates televisivos, para atacar a Joe Biden, a quien le recordaba con insistencia todas estas teorías.