El cierre de escuelas por la pandemia de Covid-19 provocó el aumento de la pobreza de aprendizaje sobre todo en países de ingreso bajo y medio, afirmó el Banco Mundial (BM).
Se estima que casi mil millones de niños perdieron al menos un año completo de educación presencial, y más de 700 millones perdieron un año y medio, ponderó en un nuevo informe que dio a conocer esta mañana de jueves.
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El reporte titulado “Colapso y recuperación: Cómo Covid-19 erosionó el capital humano y qué hacer al respecto”, advierte que los estudiantes de hoy podrían perder hasta el 10 de sus ingresos futuros debido a las crisis educativas provocadas por Covid-19. Además, el déficit cognitivo en los niños pequeños del presente podría traducirse en una disminución del 25% en los ingresos cuando entren en edad laboral.
Los niños en edad preescolar de varios países perdieron más del 34% del aprendizaje en lengua y alfabetización temprana y más del 29% del aprendizaje en matemáticas, todo por causa de la pandemia, matizó. Las más afectadas fueron las niñas; como en el caso de Guanajuato en México, en donde un estudio muestra que las estudiantes perdieron, en promedio siete meses y un año de escolaridad en español y matemáticas, respectivamente, entre los grados de quinto y sexto de educación básica.
Estas pérdidas fueron aproximadamente un 47% mayores para las niñas que para los niños, pero sólo en matemáticas. Incluso, se pone de manifiesto que en muchos países, después de la reapertura de las escuelas, la matriculación preescolar aún no se había recuperado para fines de 2021; y los niños también sufrieron una mayor inseguridad alimentaria durante la pandemia.
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Para el caso de los niños en edad escolar, en promedio, por cada 30 días de cierre de escuelas, los estudiantes perdieron alrededor dos días adicionales de aprendizaje.
La decadencia en el aprendizaje se debe a que los cierres y las medidas ineficaces de aprendizaje a distancia hicieron que los estudiantes no aprendieran e incluso olvidaran los conocimientos que ya habían adquirido.
Al respecto el presidente del BM, David Malpass, dijo que “la pandemia y los cierres de escuelas han sido una amenaza que podría destruir décadas de avance en la generación de capital humano. Las políticas específicas para revertir las pérdidas de aprendizaje, salud y habilidades básicas son fundamentales para no poner en peligro el desarrollo de varias generaciones”.
Qué hacer para revertir el daño
Frente a ello, el BM consideró que a corto plazo, los países deben apoyar campañas específicas de vacunación y suplementos nutricionales para atender las secuelas que dejó la pandemia en los niños pequeños. Aumentar el acceso a la educación preescolar, y ampliar la cobertura de las transferencias monetarias para familias, mantener las escuelas abiertas e incrementar el tiempo de instrucción.
Será necesario evaluar el aprendizaje y ajustar la instrucción a los niveles de los estudiantes, y simplificar el plan de estudios para centrarse en los conocimientos fundamentales. Para los jóvenes, son cruciales el apoyo dirigido a la capacitación adaptada, la intermediación laboral, los programas de emprendedores y las nuevas iniciativas orientadas a la fuerza de trabajo.
A largo plazo, el Banco recomendó a los países crear sistemas de salud, educación y protección social ágiles, resilientes y adaptativos que estén mejor preparados para las crisis actuales y futuras y puedan responder a ellas.