MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Más de medio millón de integrantes de la minoría karen de Birmania han tenido que escapar de sus hogares por el conflicto en el país asiático tras el golpe de Estado militar en febrero de 2021 y, en particular, por una reciente ola de bombardeos del Ejército contra las poblaciones de esta etnia en su estado natal de Kayin, en el sur y sureste del país.
Los karen llevan pidiendo desde hace casi 80 años desde la declaración de un sistema federal en el país o la autonomía de Birmania, bien a través de la negociación o por el conflicto armado a través de grupos rebeldes como la Unión Nacional de Karen y su brazo armado, el Ejército Nacional de Liberación Karen (o KNLA, por sus siglas en inglés).
Tras el golpe de Estado militar de febrero, los karen se han vuelto a levantar en armas contra el Ejército golpista y su estado natal de Kayin (o Karen, como lo llama la propia minoría) se ha convertido desde entonces en uno de los grandes frentes de los combates entre militares y fuerzas de la resistencia y grupos rebeldes.
El Ejército ha multiplicado sus ataques desde principios de año, denuncia la sociedad civil karen. Concretamente, y desde el 1 de enero al 15 de febrero, la junta militar birmana ha ejecutado al menos 23 ataques aéreos sobre la población del estado, según la ONG del Grupo Karen para los Derechos Humanos (KHRG).
Estos ataques han generado un nuevo éxodo de población entre la minoría karen. Según las estimaciones de la ONG, dentro de las zonas del estado controladas por los rebeldes había 350.000 desplazados internos. Tras los ataques, la cantidad rebasa ahora el medio millón, según el portavoz de la ONG, Saw Nanda Hsue, al portal de noticias Mizzima.
El portavoz y fuentes del grupo denuncian el carácter indiscriminado de los bombardeos militares birmanos, desde domicilios a inmediaciones de escuelas (como los ocurridos el 14 y el 15 de febrero).
Los grupos karen siguen intentando confirmar algún total aproximado de víctimas de estos bombardeos, particularmente en lo que se refiere a ataques sobre poblaciones civiles como el ocurrido el día 13 de febrero contra la localidad de Daybuno, que destruyó al menos seis viviendas, en lo que describen como actos de "terrorismo de Estado".
A fecha del 30 de enero de 2023 hay casi 1,6 millones de desplazados internos en Birmania, según las estimaciones de Naciones Unidas.