La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) realizó un estudio de mercado en el país sobre el precio del kilo de huevo, el cual casi se duplicó al pasar de 37 pesos a los 60 pesos en menos de quince días; en tanto, el kilo de tortilla presentó un alza de 4% entre enero y febrero en distintos estados del país, por lo que ya se ubica hasta en 30 pesos por kilo.
Los productos de la canasta básica van al alza en los últimos meses, esto abarca por ejemplo al maíz, frijol, azúcar, carne, entre otros, y ahora eso —el aumento del maíz— se refleja en el encarecimiento de la tortilla; las entidades que lideran los precios más altos de este producto en el último mes son:
- Guerrero: $30 pesos el kilogramo de tortilla
- Colima: $28 pesos el kilogramo de tortilla
- Tamaulipas: $27 pesos el kilogramo de tortilla
- Veracruz, Nayarit, Morelos, Jalisco: $26 pesos el kilogramo de tortilla
- Nuevo León: $25 pesos el kilogramo de tortilla
Para entender el contexto: Costo de huevo alcanza su máximo precio con AMLO; la mayor alza registrada desde Zedillo
Antes del Covid-19, el kilo de tortilla costaba entre los 10.30 pesos y los 10.70 pesos. En la actualidad el precio se duplicó en la mayoría de las ciudades y en casos extremos triplicó su precio al que tenía antes de la pandemia, lo que es un “jab a la zona hepática” del consumo nacional que desalienta y desespera a las amas de casas mexicanas, pues para ningún hogar es opción dejar de comer tortilla.
“Esto demuestra y confirma que aún no se tiene una recuperación económica sólida. El encarecimiento de la tortilla, alimento toral en la dieta de los mexicanos, es igual o más doloroso que el del huevo. Sobra decir que nuestro pueblo tiene la cultura del consumo del maíz, por ello se puede afirmar como sentencia la máxima que `sin maíz no hay país’”, expresó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec.
Causas por la que sube la tortilla
La Anpec señaló que son muchos los factores que han influido en el alza de precio, como: la guerra entre Rusia y Ucrania —que son los principales productores del grano de maíz—; el incremento en el costo del energético: gas natural y energía eléctrica; encarecimiento de la mano de obra; la inseguridad en carreteras que eleva el suministro y abasto; la extorsión por su comercialización en muchos municipios del país, y desde luego, el bajo poder adquisitivo de la población.
“En el país, 50 millones de mexicanos no tienen el poder de comprar lo necesario de la canasta básica que demandan sus familias y siguen sobreviviendo por debajo de la línea del bienestar, 38.5% de la población nacional vive en una situación de pobreza laboral, sufren la precarización de su fuerza de trabajo que antes de la pandemia se pagaba de mejor manera que ahora””, lamentó el presidente de la Anpec.
El comercio al mayoreo y al menudeo cerró con número rojos el 2022, con caías de 1.3% y 1.5%, respectivamente, producto de la inflación que ha obligado a los mexicanos a restringir y bajar la calidad de su consumo.
“Nos está costando mucho a los mexicanos contener la inflación. Dos medidas lo acreditan: el elevado pago de 11% de interés por el dinero para evitar la fuga de capitales y el subsidio energético a las gasolinas y diésel para evitar un mayor encarecimiento en el costo de transporte de insumos y mercancías”, resalto el líder de los pequeños comercios en el país.