WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Los habitantes de Vanuatu se resguardaban el miércoles mientras el ciclón Judy azotaba a la nación insular del océano Pacífico.
Las autoridades locales informaron que se habían registrado apagones en algunas zonas y que había muchos árboles y ramas caídos, pero señalaron que era demasiado pronto para evaluar la magnitud de los daños dado que el ciclón sigue azotando el territorio. Dijeron que no había reportes preliminares de daños significativos o víctimas.
Algunas personas se habían trasladado a sitios de evacuación debido a que las fuertes lluvias inundaron sus viviendas. Otras personas estaban atrincheradas en sus viviendas.
Las autoridades decretaron una alerta roja para la capital Port Vila y algunas regiones más, lo que significa que la gente no debe salir de sus hogares a menos que sea absolutamente necesario.
El ciclón obligó a cerrar negocios y escuelas, y las aerolíneas tuvieron que cancelar algunos vuelos.
Brenda Williams, portavoz de la Oficina Nacional para el Manejo de Emergencias de Vanuatu, dijo que el ciclón Judy tenía vientos de unos 150 kilómetros por hora (93 millas por hora), con ráfagas de hasta 200 km/h (124 mph).
Williams señaló que el ojo del ciclón tropical había pasado sobre la capital el miércoles por la mañana y que estaban empezando a experimentar fuertes vientos de nuevo a medida que la cola se movía a través del territorio.
Comentó que las islas centrales y sureñas estaban en la trayectoria del ciclón y que siguen esperando los reportes de daños de muchos lugares.
Shadrack Welegtabit, asesor político del ministro de cambio climático, dijo que la población había sido alertada del ciclón hace unos días y que se habían estado preparando, almacenando agua potable y alimentos, y reforzando el exterior de sus viviendas.
“Es demasiado pronto para evaluar los daños; seguimos a la mitad de esto", comentó. “La otra mitad llega pronto”.
Vanuatu, ubicada al este de Australia y al norte de Nueva Zelanda, tiene unos 300.000 habitantes.
