MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El cierre de la transacción, que se espera para el tercer trimestre de 2023, está sujeto a ciertas condiciones suspensivas habituales para este tipo de operaciones, incluida la autorización de las autoridades antimonopolio competentes.
Además, la contraprestación total está sujeta a los ajustes habituales para este tipo de transacciones, así como a un mecanismo de ganancia ('earn-out') para un posible pago adicional basado en el valor futuro del negocio minorista.
La 'utility' italiana ha señalado que la venta de sus operaciones en Rumanía está en línea con el plan estratégico de Enel, que contempla el reposicionamiento de la compañía en países de mayor crecimiento donde tiene una presencia integrada, incluyendo Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia.
Enel espera que la transacción genere un efecto positivo en su deuda neta consolidada de aproximadamente 1.700 millones de euros, de los cuales casi 100 millones de euros en 2022 y el importe restante en 2023, junto con un impacto negativo acumulado entre 2022-2023 en los ingresos netos de aproximadamente 1.400 millones, incluyendo alrededor de 600 millones por la liberación de la reserva de divisas que se registrará en 2023.
Por el contrario, la compañía italiana prevé que la transacción no tenga impacto en los resultados económicos ordinarios del Grupo.
"Con la venta de todas nuestras actividades en Rumanía, continuamos implementando el plan de enajenación que se anunció durante la presentación del Plan Estratégico 2023-2025 de Enel", dijo el consejero delegado de Enel, Francesco Starace.