El representante de la Secretaría General de la ONU para Sudán, Volker Perthes, informó que se puso en contacto con el Ejército y con las Fuerzas de Acción Rápida (RSF) para pedirles el fin de los combates.
“Perthes estuvo en contacto con ambas partes y les pidió la paralización inmediata de los combates para garantizar la seguridad del pueblo sudanés y librar al país de más violencia”.
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El representante de la ONU, que dirige además la Misión Integrada de la ONU para la Ayuda a la Transición en Sudán (UNITAMS, por sus siglas en inglés), condenó “contundentemente” la violencia y confirmó combates en la capital, Jartum, y en otros puntos fuera de la ciudad.
Mientras, los principales países árabes pidieron “contención” ante la violencia. En particular, Arabia Saudita exigió a los dirigentes sudaneses “priorizar el diálogo y la contención”. Además manifestó su “preocupación” por la escalada de la violencia.
Egipto también expresó su “preocupación” por la situación y exigió la “máxima contención” a las partes para proteger vidas del “hermano pueblo sudanés” y actuar “por el interés mayor” del país.
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Qatar por su parte quiere el fin inmediato de los combates y “máxima contención” y “recurrir a la voz de la razón” para frenar la violencia y superar las diferencias.
Mientras, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Musa Faki, rezó también por el fin a la “destrucción” del país y al derrame de sangre en los diez últimos días del mes santo musulmán del Ramadán. Musa espera que todas las partes adopten el diálogo y las vías pacíficas para “superar las diferencias”.
