SAN DIEGO (AP) — Una caída del 98% en las llegadas de venezolanos a la frontera sur de Estados Unidos ha ayudado a una fuerte disminución en la cantidad de migrantes que entran ilegalmente en el país desde que expiraron la semana pasada las restricciones al asilo implementadas por la pandemia de coronavirus, informaron el miércoles funcionarios estadounidenses.
La Patrulla Fronteriza ha detenido a migrantes un promedio de 4.400 veces al día desde el viernes, cuando una norma de salud pública conocida como el Título 42 llegó a su fin. El promedio incluye menos de 4.000 migrantes en cada uno de los últimos dos días, de acuerdo con Blas Nuñez-Neto, subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional. Eso es menos que el promedio diario de más de 10.000 que se registró en los cuatro días previos a que expirara el Título 42.
“Seguimos viendo señales alentadoras de que las medidas que hemos implementado están funcionando”, comentó Nuñez-Neto a los reporteros, añadiendo que “todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre a dónde irán estas tendencias en los próximos días y semanas”.
Las cifras de abril publicadas el miércoles ilustran de mejor forma cómo los venezolanos impulsaron gran parte de la afluencia a la frontera en los últimos días del Título 42. Las autoridades realizaron casi 30.000 detenciones de venezolanos durante el mes, nueve veces más que en marzo.
El gobierno estadounidense ha estado promoviendo una estrategia que combina nuevas rutas legales para ingresar a Estados Unidos con consecuencias para aquellos que no las utilicen.
En los días previos al término del Título 42, la Patrulla Fronteriza detuvo a 2.400 venezolanos al día, junto con 1.900 mexicanos y 1.400 colombianos, dijo Nuñez-Neto. Después de que el Título 42 expiró, los mexicanos reemplazaron a los venezolanos como la principal nacionalidad con 1.000 ciudadanos al día, seguidos por 510 colombianos y 470 guatemaltecos. El número de venezolanos cayó a 50.
Hay “varias señales prometedoras” de que la migración a través de la peligrosa región del Darién, en Panamá, está disminuyendo, comentó Nuñez-Neto.
La migración procedente de Venezuela también cayó en octubre luego de que México empezó a recibir a las personas de la nación sudamericana que eran expulsadas por Estados Unidos en virtud del Título 42, que denegaba el derecho a pedir asilo con el argumento de evitar la propagación del COVID-19. Sin embargo, los venezolanos empezaron a llegar de nuevo en grandes cantidades justo antes de que expirara el Título 42, tras caminar durante días por Panamá.
Estados Unidos ha estado enviando de regreso a México a “miles” de venezolanos, cubanos y nicaragüenses en virtud de una nueva política, que entró en vigor el viernes y la cual niega el asilo a cualquier persona que viaje por otro país, como México, para cruzar la frontera de Estados Unidos de manera ilegal, con pocas excepciones, expresó Nuñez-Neto.
Las nuevas rutas legales incluyen permitir el ingreso de hasta 30.000 venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses a Estados Unidos cada mes si cumplen requisitos como presentar una solicitud en internet, contar con un patrocinador financiero y llegar a la nación por avión. Las cifras publicadas el miércoles muestran que esas cuatro nacionalidades aprovecharon el ofrecimiento de permisos condicionales humanitarios en abril, pero, de las cuatro, sólo los venezolanos cruzaron ilegalmente la frontera en cifras históricamente elevadas, únicamente superados por los mexicanos.
La Patrulla Fronteriza hizo 182.114 detenciones de migrantes de todas las nacionalidades en abril, un aumento del 12% respecto a lo registrado en marzo, pero un 11% menos que en el mismo periodo del año pasado.
Estados Unidos también ha estado admitiendo a 1.000 personas al día en los pasos fronterizos terrestres con México si lo solicitan en el norte de México a través de una aplicación para dispositivos móviles llamada CBPOne. Nuñez-Neto dijo que el número permitido en la app aumentará pronto, pero no dijo cuándo ni en qué proporción.
Hasta ahora, las advertencias del presidente Joe Biden de que la frontera será “caótica durante un tiempo” no se han desarrollado como algunos pensaban, con cifras que sólo son un tercio de las estimaciones más altas del gobierno.
La Patrulla Fronteriza tenía a más de 28.000 personas bajo custodia la semana pasada, duplicándose en dos semanas y llevando a la agencia a liberar a miles sin notificaciones de comparecencia ante el tribunal de inmigración. En su lugar, se les enviaron notificaciones para que se presentaran en una oficina de inmigración en un plazo de 60 días, lo que redujo drásticamente el tiempo de tramitación y permitió a los agentes liberar espacio en las instalaciones de detención.
El martes, un juez federal de Florida amplió su orden, emitida por primera vez la semana pasada, para prohibir las excarcelaciones rápidas. Nuñez-Neto reiteró el miércoles el desacuerdo del gobierno con la orden judicial, aunque reconoció que el menor número de cruces ha aliviado las condiciones de custodia. El domingo, la Patrulla Fronteriza tenía 22.259 personas detenidas, un 23% menos que cuatro días antes.