BROWNSVILLE, Texas, EE.UU. (AP) — Un hombre de Texas se declaró culpable el miércoles en una corte federal de comprar un arma para un cártel narcotraficante mexicano que fue vinculada con el letal secuestro de cuatro estadounidenses.
Roberto Lugardo Moreno Jr., de Harlingen, Texas, compareció ante un juez federal en Brownsville y se declaró culpable de cargos de compra para otra persona no autorizada y contrabando de un arma de fuego.
Lugardo Moreno, de 42 años, adquirió una pistola multicalibre tipo AR en una casa de empeño en 2019 y mintió en un formulario, en el que declaró que él era el comprador cuando en realidad la adquirió para un integrante del cártel del Golfo en México, según una denuncia federal.
“Muy a menudo se trafican armas de fuego hacia México, donde van a parar a manos de criminales que las usan para asesinar, robar y extorsionar a personas inocentes”, dijo el fiscal federal Alamdar Hamdani en un comunicado. “Este caso es un clásico ejemplo de los peligros involucrados cuando criminales transportan armas hacia México”.
La audiencia de sentencia se programó para agosto.
Un abogado de oficio que le fue asignado a Lugardo Moreno no respondió a llamadas y correos electrónicos para solicitarle sus comentarios.
El secuestro ocurrió en la ciudad mexicana de Matamoros, limítrofe con Brownsville.
El número de serie del arma que Lugardo Moreno compró en octubre de 2019 coincidía con el de un arma que recuperaron las autoridades y que estuvo vinculada con los secuestros del 3 de marzo, según la denuncia federal. Lugardo Moreno declaró que no solicitó un permiso para exportar el arma desde Estados Unidos hacia México y sabía que sería exportada de forma ilícita, según la denuncia.
Moreno les dijo a las autoridades que recibió 100 dólares por la compra de las armas.
Cuatro amigos que viajaron a México en marzo para que una de ellas pudiera someterse a una cirugía estética quedaron inmersos en un tiroteo del cártel en Matamoros. Después de que un vehículo chocó contra la vagoneta en que viajaban, hombres con chalecos antibalas y fusiles de asalto llegaron a bordo de otro vehículo y los rodearon.
Aparentemente, Shaeed Woodard y Zindell Brown fueron asesinados de inmediato, y sus cuerpos fueron colocados en una camioneta junto a los dos sobrevivientes, Eric Williams y Latavia McGee. Los cadáveres y las dos personas con vida fueron localizados cuatro días después en una choza.