KIEV, Ucrania (AP) — Las fuerzas rusas lanzaron misiles contra varias regiones de Ucrania el martes por la mañana que mataron civiles y dañaron infraestructura civil.
El aluvión llegó unas horas antes de que mandos militares rusos y sus homólogos de Asia, Oriente Medio y África se reunieran a las afueras de Moscú para una conferencia de seguridad donde la conversación probablemente se vería dominada por los combates en Ucrania. La guerra de Rusia en Ucrania está cerca de cumplir 18 meses.
Rusia lanzó un total de 28 misiles de crucero contra el país, según un comunicado de la fuerza aérea ucraniana, que dijo haber interceptado 16.
“Ataques deliberados de gran escala contra civiles. Sólo por matar y por presión psicológica”, dijo el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak en X, antes conocida como Twitter. Podolyak añadió que el ataque era “una manifestación innegable” de la “actividad terrorista (de Rusia) documentada legalmente en numerosas víctimas y destrucciones”.
En la región occidental de Leópolis, restos de los misiles dañaron varios edificios civiles e hirieron a vecinos de la zona, según autoridades locales. Diez personas resultaron heridas en dos localidades a las afueras de la ciudad de Leópolis.
En la región vecina de Volyn, tres civiles murieron por el impacto de un misil ruso y otros resultaron heridos, según el gobernador, Yurii Pohuliayko.
En la región suroriental de Dnipropetrovsk, dos personas resultaron heridas en la capital regional.
Partes de la ciudad de Smila y la región central de Cherkasy se quedaron sin agua corriente tras los ataques rusos. El ataque dañó una instalación médica, así como redes de suministro de agua y calefacción.
En uno de los poblados de la región fronteriza de Zaporiyia, un misil golpeó un estadio escolar y causó daños en el edificio, así como en viviendas y un jardín de infantes. Los proyectiles rusos también impactaron contra un almacén de alimentación en Kramatorsk, una ciudad en la zona fronteriza de Donetsk, donde una persona murió y otra resultó herida.
Los ataques se produjeron al día siguiente de que las fuerzas rusas lanzaran otro aluvión de misiles y drones contra otra región que no está en el frente, Odesa, en el suroeste del país.
Las fuerzas del Kremlin han castigado últimamente Odesa con ataques contra instalaciones de transporte para las cruciales exportaciones de grano ucranianas y monumentos señalados ucranianos.
Esa campaña comenzó tras la decisión de Moscú de romper un acuerdo histórico que permitía que el grano fluyera de Ucrania a países en África, Oriente Medio y Asia para reducir la amenaza del hambre.
En Rusia el martes, mandos militares rusos y sus homólogos de Bielorrusia, China, India, y países de Oriente Medio y África se congregaron a las afueras de Moscú para una conferencia de seguridad.
En un mensaje pregrabado en video a la conferencia, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, acusó de nuevo a Occidente de avivar el conflicto “al inyectar miles de millones de dólares” en Kiev y “suministrarle equipamiento, armas, munición, enviar a sus asesores militares y mercenarios”.
“Se hace todo para encender aún más el conflicto, para llevar a otros países a él”, dijo Putin.
Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, intentó restar importancia al apoyo occidental a Ucrania y dijo que pese a todo ese apoyo, las fuerzas de Kiev “no logran conseguir resultados en el campo de batalla”.
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Litvinova informó desde Tallín, Estonia.