MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Fuentes de seguridad citadas por la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB, han indicado que varias decenas de sospechosos han muerto en una serie de bombardeos ejecutados en la zona de Oursi, mientras que otros 40 han fallecido en otro ataque aéreo en Salmossi.
El Ejército burkinés, apoyado por 'voluntarios' reclutados por las autoridades para hacer frente a la amenaza yihadista, ha reforzado sus operaciones desde principios de agosto, especialmente en la zona occidental del país, cerca de la frontera con Malí, igualmente sacudido desde hace años por el terrorismo.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado un aumento de la inseguridad desde 2015. La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios'. El deterioro de la seguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.