TEMPE, Arizona, EE.UU. (AP) — El presidente Joe Biden lanzó una de sus advertencias más funestas hasta ahora de que Donald Trump y sus aliados son una amenaza para la democracia estadounidense, y afirmó el jueves que el expresidente está más interesado en el poder personal que en defender los valores fundamentales de la nación, e incluso insinuó que los republicanos más convencionales son cómplices.
“El silencio es ensordecedor”, dijo.
Durante un discurso en Arizona para celebrar la construcción de una biblioteca en honor a su amigo, el fallecido senador republicano John McCain —quien era un acérrimo crítico de Trump—, Biden repitió uno de sus temas clave de campaña, tachando al movimiento “Make America Great Again” o MAGA (Hagamos grande a Estados Unidos otra vez) de amenaza existencial para el sistema político estadounidense. Biden ha reavivado esta idea de cara a las elecciones presidenciales del próximo año luego de que funcionó para impulsar a los demócratas en las elecciones de mitad de periodo del año pasado, y ha expuesto la amenaza en términos especialmente crudos: “Ahora mismo está ocurriendo algo peligroso en Estados Unidos”.
“Todos deberíamos recordar que las democracias no tienen que morir por las armas”, dijo Biden. “Pueden morir cuando la gente calla, cuando no se levanta ni condena las amenazas a la democracia, cuando la gente está dispuesta a regalar lo más preciado para ella porque se siente frustrada, desilusionada, cansada, enajenada”.
Biden utilizó con frecuencia esta línea de ataque político antes de las elecciones de mitad de mandato del año pasado, en las que los demócratas ganaron un escaño en el Senado y perdieron la Cámara de Representantes por un estrecho margen frente al Partido Republicano. Pero cambiar la narrativa en Washington podría ser especialmente difícil, dado que Biden se enfrenta a una creciente presión en el Capitolio, donde los republicanos de la Cámara de Representantes celebraron la primera audiencia de su investigación para un juicio político y donde se vislumbra la perspectiva de un cierre del gobierno, una perspectiva que Trump ha fomentado activamente.
En el primer aniversario del 6 de enero de 2021 —cuando una turba de partidarios de Trump protagonizó una insurrección—, Biden visitó el Capitolio y acusó a Trump de seguir sosteniendo una “daga” en el cuello de la democracia. Cerró el verano de ese año a la sombra del Independence Hall de Filadelfia, donde calificó al trumpismo de amenaza para las instituciones democráticas.
Y en noviembre, mientras los electores estaban votando en los comicios de mitad de mandato, Biden volvió a hacer un llamado a proteger las instituciones democráticas.
Los asesores consideran que la continua atención del presidente en la democracia es una buena estrategia. Los funcionarios de campaña han estudiado detenidamente los resultados de las elecciones del pasado noviembre, cuando los candidatos que negaron los resultados de las elecciones de 2020 no obtuvieron buenos resultados en contiendas competitivas, y señalan que las encuestas mostraron que la democracia era una cuestión muy motivadora para los votantes en 2022.
“Nuestra tarea, la sagrada tarea de nuestro tiempo, es asegurarnos de que no cambien para peor, sino para mejor, de que la democracia sobreviva y prospere, y no sea aplastada por un movimiento más interesado en el poder que en un principio”, dijo Biden el jueves. “Depende de nosotros, el pueblo estadounidense”.
Al igual que en discursos anteriores, el lugar se eligió para causar un efecto. Fue cerca de la Universidad Estatal de Arizona, que alberga el Instituto McCain, bautizado así en honor del difunto senador, candidato republicano a la presidencia en 2008, quien dedicó su vida pública a denunciar a los autócratas de todo el mundo.
Biden dijo que “no hay duda de que el Partido Republicano de hoy está impulsado e intimidado por los extremistas MAGA”. Señaló la reciente sugerencia de Trump de que el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto que dejará su cargo el viernes, debería ser ejecutado por supuesta traición a su persona.
“Aunque no creo que ni siquiera la mayoría de los republicanos piense eso, el silencio es ensordecedor”, añadió Biden. También señaló que Trump ha cuestionado previamente a quienes sirven en el ejército estadounidense, llamando “imbéciles y perdedores” a los militares. "¿Era John un imbécil?”, preguntó Biden, refiriéndose a McCain, quien sobrevivió a un largo encarcelamiento en Vietnam.
Luego se puso más personal y añadió: ”¿Mi hijo Beau —que vivió junto a un pozo de incineración durante un año y volvió a casa y murió— era un imbécil por ofrecerse como voluntario para servir a su país?”
Los republicanos que compiten con Trump por la nominación presidencial de su partido para la elección de 2024 han evitado en gran medida desafiar sus falsedades electorales, y Biden dijo el jueves que los votantes no pueden dejar que se salgan con la suya.
“La democracia no es una cuestión partidista”, dijo. “Es una cuestión estadounidense”.
El senador demócrata por Arizona Mark Kelly dijo que la importancia de defender la democracia no sólo tiene eco entre los miembros de su propio partido, sino también entre los independientes y en los republicanos moderados.
“Conocí a muchos republicanos que estaban hartos de las mentiras sobre unas elecciones que se celebraron hace dos años”, dijo Kelly, en referencia a las elecciones de mitad de mandato.
El representante de Arizona Ruben Gallego, que aspira a la nominación demócrata al Senado del año que viene, dijo que un mensaje centrado en la democracia es especialmente importante para dos bloques de votantes en el estado: los latinos y los veteranos del ejército, los cuales —dijo— están especialmente afectados por el negacionismo electoral y la insurrección del 6 de enero en el Capitolio.
“Venimos de países y experiencias en los que la democracia es muy corrupta, y muchos de nosotros estamos a sólo una generación de distancia de eso, pero estamos lo suficientemente cerca como para ver lo malo que puede ser”, comentó Gallego. “Y por eso el 6 de enero fue especialmente chocante, creo, para los latinos”.
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Weissert reportó desde Washington. La periodista de The Associated Press Fatima Hussein contribuyó a este despacho.