El Kremlin ha defendido la decisión de invitar a Moscú una delegación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y ha subrayado que “es necesario” mantener contactos “con todas las partes” ante la guerra desatada por los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista contra Israel, que dejaron cerca de mil 400 muertos.
“Consideramos necesario continuar nuestros contactos con todas las partes y, por supuesto, continuaremos nuestro diálogo con Israel”, ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, tras la petición del gobierno israelí para expulsar del país a la delegación de Hamás.
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Así, ha manifestado que “estos representantes (del grupo islamista) no tienen un programa con el Kremlin”, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax. “No hay contactos con el Kremlin (por parte de miembros de la delegación de Hamás)”, ha indicado.
El Ministerio de Exteriores ruso indicó el jueves que una delegación del grupo islamista estaba de visita en el país, tras lo que Israel afirmó que se trataba de “un paso indigno” y pidió a Moscú que “expulse inmediatamente a los terroristas de Hamás”.
La delegación de Hamás, encabezada por Musa abú Marzuk, miembro del brazo político del grupo, abordó con funcionarios del Ministerio de Exteriores ruso la posible liberación de rehenes secuestrados durante su asalto contra Israel, que se saldó con cerca de 230 capturados.
Las autoridades de la Franja, controlada por Hamás, han denunciado la muerte de más de siete mil palestinos, incluidos alrededor de tres mil niños, a causa de los bombardeos israelíes desde el 7 de octubre, cifra a la que se suman más de cien palestinos muertos en operaciones de las fuerzas israelíes y ataques de colonos en Cisjordania.
