El Kremlin ha admitido que en “tiempos de guerra” hacen falta “medidas duras”, un ámbito en el que ha avalado también que haya “cierta censura”, en defensa de las medidas adoptadas desde el inicio de la agresión militar sobre Ucrania y que se han traducido en una persecución de la disidencia”.
“Son tiempos duros”, ha dicho el principal portavoz presidencial, Dimitri Peskov, en declaraciones a un canal de noticias estudiantil. “En tiempos de guerra debería haber cierta censura y ciertas reglas que serían inaceptables en tiempos normales y pacíficos”, ha añadido, según las agencias de noticias oficiales.
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Peskov ha aconsejado a quienes quieran “especular” y lanzar críticas contra la actividad de las Fuerzas Armadas que “se lo piensen diez veces” antes de plantear cualquier opinión, aunque al mismo tiempo también ha admitido que no existe una línea clara sobre los comentarios que pueden ser aceptables o “inasumibles” por parte de las autoridades.
Así, ve “muy difícil” que puedan volver a Rusia quienes desde el extranjero intentan “desacreditar” a su país, y no sólo por una cuestión de futuras condenas. “La gente no les aceptará”, ha sentenciado.
Sobre el futuro político del actual presidente, Vladimir Putin, su portavoz ha dado por hecho que se presentará a las elecciones de marzo, “sin dudas” también de que ganará.
El mandatario aún no ha hecho oficial una candidatura que ya dan por hecho todas las partes, habida cuenta de los cambios legales a su medida para poder seguir en el poder.
Peskov también ha dicho que, venga quien venga después de Putin, debería ser “como él”, en un aval indirecto a las actuales políticas.