MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Instituto Cervantes ha cerrado un año 2023 "con buen viento" en el apartado económico e institucional, aunque su director, Luis García Montero, ha reconocido problemas de plantilla y de salarios en algunos de sus centros en el exterior.
"Estamos contentos con los resultados de autofinanciación que hemos alcanzado y no queremos ser una carga para la Hacienda pública. Se ha potenciado la presencia del español en el mundo, la sociedad española ha tomado conciencia de la importancia económica que tiene nuestra lengua y vuelve a soplar buen viento: se ha doblado la curva del deterioro de la institución", ha apuntado García Montero en un desayuno informativo previo al patronato que celebra este lunes 4 de diciembre la institución.
En concreto, el Instituto Cervantes ha cerrado el ejercicio con unas transferencias del Estado que alcanzan los 81 millones de euros --y un presupuesto de 143,2 millones de euros, lo que supone más de un 405 de autofinanciación--. Esta cifra contrasta con datos previos de la crisis, cuando por ejemplo en 2018 la transferencia del Estado se situaba en 66 millones de euros a causa de la crisis previa --en 2009 era de 93 millones de euros--.
De hecho, la secretaria general de la institución, Carmen Noguero, ha adelantado que para los Presupuestos Generales del próximo año han pedido "un aumento humilde" hasta alcanzar los 90 millones de euros del Estado, con un porcentaje de autofinanciación "parecida". Sin embargo, en lo que respecta a la plantilla, con 984 trabajadores en total --236 de ellos en España--, hay "una situación difícil" para algunos de ellos.
Por ejemplo, en centros como los de India --"es un caso palmario", ha dicho Noguero--, Filipinas, países nórdicos o el África subsahariana hay "falta de profesores". "No debemos ser una enorme carga para el Estado, pero quizás con este crecimiento sí hay una sensación de una demanda a la que no podemos llegar", ha indicado la secretaria general.
El Instituto Cervantes está presente en 99 ciudades de 50 países o territorios. "Hay algo que nos preocupa y es que cuando la demanda aumenta y no hay profesores, se contratan colaboradores. Hay en algunas partes en las que esos colaboradores dependen solo del Cervantes y no tienen los mismos derechos de trabajadores de plantilla. Y eso nos preocupa mucho", ha dicho García Montero.
En cualquier caso, el director del Cervantes ha apuntado que ya se está trabajando para "potenciar" la plantilla --el objetivo es llegar a más de 1.100 trabajadores, no solo con nuevos profesores: también hay plazas para cubrir de administrativos, jefes de estudio o bibliotecarios--. En algunos lugares de hecho ya se han puesto en marcha programas de formación de profesorado.
CONTINUIDAD DE GARCÍA MONTERO
García Montero ha avanzado que se siente "ratificado" en su puesto para esta próxima legislatura tras una conversación con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. "Estuve hablando cuando se formó el nuevo Gobierno y me dijo 'seguimos'. Me sentí ratificado y muy contento de seguir en esta institución", ha señalado.
Entre sus objetivos de cara a estos años está la idea de "acabar con la mala costumbre de despreciar la cultura", que entiende está extendida en España. "La derecha dice que se está chupando del bote si se aumentan los presupuestos para cultura, con el consiguiente desprestigio que supone en el exterior. Invertir en cultura no es generar clientelismo", ha lamentado.
Otras cifras facilitadas de este curso 22-23 han sido las del registro de 132.7666 matrículas en el último año, un 12,26% más que el anterior. Además, los candidatos a la obtención del Diploma Español como Lengua Extranjera (DELE) han sumado un total de 125.105, lo que equivale a un incremento del 6% respecto a 2022.