QUITO (AP) — El gobierno ecuatoriano rechazó el sábado la expulsión forzada de ciudadanos venezolanos en una ciudad del centro del país andino y afirmó que ha emprendido acciones para garantizar sus derechos y combatir la xenofobia.
A inicios de diciembre, en Pelileo, una ciudad ubicada 120 kilómetros (74,5 millas) al sur de la capital, miles de habitantes, especialmente campesinos, realizaron una marcha masiva “por la paz y la seguridad”, en que repetían consignas como “fuera extranjeros fuera” o portaban pancartas en que se leía “fuera extorsionadores extranjeros”.
El descontento derivó luego que el 14 de noviembre un policía fue asesinado en un operativo para liberar a una víctima de secuestro en Pelileo. Los detenidos en el operativo eran extranjeros, informó la policía.
Durante la marcha, los dirigentes con micrófono en mano daban 72 horas a los propietarios de las viviendas “para que puedan mandar a estos malos elementos”.
Desde entonces la situación se tornó hostil para los migrantes venezolanos, que se han visto obligados a dejar los lugares de residencia por exigencia de los propietarios o por miedo.
Ante esto, el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos rechazó el sábado enérgicamente “los actos de xenofobia contra la población de nacionalidad venezolana en situación de movilidad humana” y anunció que ha activado los protocolos para “salvaguardar” sus derechos en territorio ecuatoriano.
En un comunicado, el Ministerio señaló que ha oficiado sobre los hechos a la Fiscalía, al Ministerio del Interior, Defensoría del Pueblo y organismos internacionales y que activó un servicio de protección integral en la provincia para que brinde “la contingencia y soporte psicológico” a posibles víctimas.
Además, ha coordinado con la policía controles para hacer respetar las normas de movilidad y respeto a los derechos humanos, agregó.
Betzabeth Jaramillo, activista y defensora de derechos humanos residente en Ecuador, que ha denunciado la situación de sus compatriotas, aseguró el sábado a través de un video que durante días, mujeres, niños y adolescentes “vivieron días terribles de miedo”, sólo por el hecho de ser venezolanos.
De ahí que acogió con optimismo el pronunciamiento oficial de Ecuador porque “da pie a seguir alzando nuestra voz, defendiendo los derechos humanos de varias personas”. Se trata de un reconocimiento al esfuerzo por visibilizar la lucha de los migrantes, aseveró.
Jaramillo ratificó el “rechazo rotundo a la xenofobia y discriminación”.
Según estimaciones de colectivos y organizaciones sociales unos 300 venezolanos se vieron forzados a salir de Pelileo en los últimos días. Amnistía Internacional señaló que en 2022, Ecuador se situaba entre los mayores receptores de ciudadanos venezolanos luego de Colombia y Perú.