BRUSELAS, 13 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea propuso esta reforma con el objetivo de que los pacientes puedan compartir información médica como resultados de pruebas o recetas con cualquier centro médico en la Unión Europea para facilitar su atención.
La propuesta también busca asegurar la interoperabilidad y la seguridad de los sistemas informáticos que se utilicen para crear los historiales médicos y demás datos del sector, por lo que las empresas que diseñan estos sistemas deberán certificar el cumplimiento de los requisitos obligatorios.
La Eurocámara y el Consejo deben negociar ahora la versión definitiva de la norma. El mandato adoptado por los eurodiputados con 516 votos a favor, 95 en contra y 20 abstenciones respalda la medida pero pide "sólidas garantías de privacidad" respecto a cómo y con qué objetivo se pueden compartir los datos más sensibles.
El espacio único pretende dar acceso a los pacientes a sus datos sanitarios a través de los diferentes sistemas sanitarios de la UE y permitirá a los profesionales acceder a los datos de sus pacientes, estrictamente limitado a lo necesario para el tratamiento en cuestión, incluidos el historial médico, las recetas electrónicas, imágenes médicas y resultados de laboratorio.
Además se establecen disposiciones precisas sobre la calidad y la seguridad de los datos que deben respetar los proveedores de sistemas para historiales médicos en la Unión Europea, que quedarán bajo la vigilancia de las autoridades de supervisión nacionales.
En cuanto al uso secundario de los datos, la nueva normativa prevé que puedan compartir datos sanitarios agregados --por ejemplo sobre patógenos, datos genéticos e información del registro de salud pública --por razones de interés público como pueden ser la investigación, la innovación, el diseño de políticas o la seguridad de los pacientes.
Con todo, quedará prohibido compartir datos para publicidad o para evaluar solicitudes de seguro y los eurodiputados quieren que los pacientes tengan más poder sobre la gestión que hagan los proveedores de atención médica sobre sus datos médicos.
Para ello, piden un sistema de exclusión voluntaria para el uso secundario de la mayoría de los datos sanitarios y exigen que sea obligatorio contar con el consentimiento explícito del paciente para el uso secundario de ciertos datos sensibles.
También defenderán en las negociaciones con los Veintisiete que se amplíe la lista de usos secundarios prohibidos al mercado laboral o los servicios financieros.