Desde octubre del año pasado que comenzó la Segunda Legislatura hemos observado que los diputados de Morena continuamente están buscando pretextos para no dejar avanzar a la oposición en el Congreso de la Ciudad de México.
En esta primera experiencia que estoy teniendo como diputada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México resulta no solo frustrante y un gran reto el entender que Morena no quiere trabajar y que es el reflejo de cómo están manejando al país; de manera frecuente el orden del día de las sesiones está conformado con un mínimo de 50 puntos a discutir, a veces pueden ser 70, a veces pueden llegar hasta los 90 pero de acuerdo al artículo 49 del Reglamento del Congreso de la Ciudad de México, el cual señala lo siguiente:
“Artículo 49. Serán sesiones ordinarias las que se celebren durante los periodos ordinarios de sesiones establecidos en la Constitución Local. Por regla general, se realizarán los martes y jueves de cada semana y se iniciarán, salvo disposición de la o el Presidente y por mediar causa que lo justifique, a las nueve horas y concluirán a más tardar a las diecisiete horas. Las sesiones podrán prolongarse a propuesta que formule la o el Presidente de la Mesa Directiva, mediante acuerdo para ser aprobado por el Pleno”.
Cómo podemos ver el artículo dice que las sesiones terminan a las cinco, sin embargo, he señalado que ningún trabajador del estado que aún tiene trabajo se retira de su jornada laboral y si bien, lo ideal sería que todos los trabajadores cumplamos con un horario establecido porque así ocurre en los países más avanzados en términos de derechos laborales no podemos estarnos prestando a estar contribuyendo a un letargo legislativo que no hace nada más que trabar los temas más importantes para la ciudad.
Es por ello que ayer hice un llamado de atención porque la mayoría de la Cuarta Trasformación y sus aliados decidieron cortar con la sesión aun teniendo un pendiente de 30 puntos en el orden del día que incluían de todo tipo de temas pero que confrontan con la realidad que las y los capitalinos atravesamos en las 16 demarcaciones de esta ciudad por lo que esto no puede seguir ocurriendo.
Las y los diputados estamos obligados a cumplir con nuestra obligación dado que sólo sesionamos dos veces a la semana, dado que venimos saliendo de una pandemia mundial que nos obligó a bajar el ritmo de trabajo y que además estamos atravesando un duro periodo de confrontación política en donde no solo el tema de la Revocación de Mandato sino la confrontación con varios alcaldes de la oposición y ahora también el que no nos permitan trabajar pues está volviendo el ambiente político por no decir tóxico, lo menos.
Es por ello que me comprometo a través de estas líneas y de este espacio a ser una diputada que todo el tiempo esté señalando que el ser diputados poco eficientes no es útil para la ciudad y tampoco lo es para todos aquellos que confían que desde la oposición estamos haciendo algo para cambiar las cosas en la ciudad.
Nuevamente reitero el llamado para que la fuerza gobernante en el congreso de la ciudad de México recuerde que somos un órgano de discusión que somos un órgano promotor de la democracia y que esto no puede pasar.