El próximo martes 21 de junio a las 4.13 a.m. hora de la CDMX, nuestro planeta accede al Solsticio de Verano que, desde épocas ancestrales y en muchas prácticas espirituales representa una gran oportunidad para llevar a cabo una celebración de Luz trabajando con las fuerzas del sol, que son el más potente revitalizador del Ser completo.
Podemos unir la intención y poner la atención para alinearnos con el centro del Universo por medio del sol. Estos son períodos de mucha ayuda del Universo en los que nuestra capacidad de sincronizar nuestras energías individuales con las fuerzas creativas de los cielos se magnifica intensamente.
Podemos aprovechar benéficamente este evento para mejorar nuestra salud, intensificar nuestra energía, vaciarnos de la negatividad acumulada y fortalecer nuestra determinación mental y emocional.
Se dice que, en esta Era de Acuario, la nueva forma de orar es por medio de los decretos. Así que aquello que afirmamos, negativo o positivo, tiene la suficiente fuerza para que los Cielos lo apoyen.
Trabajar el poder de la Palabra, por simple que parezca, en estos tiempos se convierte en una muy sofisticada tecnología para cada uno de nosotros, que, unida al colectivo, incrementa nuestra capacidad para convertir las palabras en la realidad que vivimos y, así, tener un mayor impacto sanador en el mundo.
En estos tiempos del planeta, es urgente que entremos y creemos un nivel de conciencia más alto que nos permita llenar cada célula del cuerpo y cada partícula de nuestra mente, espíritu y alma con las sutiles pero potentes vibraciones sanadoras de un Solsticio de Verano, en el cual el sol está justo arriba de nuestras cabezas, entrando como un potente rayo por medio de la coronilla.
Con esta alineación, podemos estar en sintonía con frecuencias muy altas que, junto con el poder magnificador de la intención, ¡nos ayudan a respirar Prana, Chi, o energía vital! Que permite un proceso de revivificación solar irradiando durante este tiempo sobre nosotros. Desde este estado nos es posible bendecir a la Madre Tierra, a nuestros semejantes, conocidos y desconocidos, y a todos los aspectos de nuestra vida.
Además, los solsticios son muy benéficos puesto que, a través de nosotros, la Tierra abre sus puertas sanadoras y sus puntos de poder brindándonos su propia energía de renacimiento.
Nosotros somos un recipiente entre el cielo y la Tierra, la naturaleza y el cosmos y, por lo tanto, lo que hacemos impacta tremendamente a toda la vida en todas partes.
La alineación del planeta a través del Solsticio de Verano se considera uno de los momentos más favorecedores y mágicos, es decir, en el que las fuerzas del cosmos nos regalan, al dos por uno, aquello que estamos pidiendo en armonía para todo el mundo.
Les invito a unirnos conscientemente en este periodo, enfocándonos y brindándonos como canales de amor, paz, luz, verdad, unidad, belleza, confianza y armonía para todos.
Estos momentos de la historia humana no son para flaquear, ni para bajar la guardia, mucho menos para dudar o perder la fe, sino todo lo contrario: son momentos en donde podemos levantar la mirada hacia aquello que nos hace falta ver, apreciar, integrar, resolver, perdonar, liberar, y querer, para poder actuar. La ayuda de los cielos nunca podría ser más necesaria y oportuna.
Recordemos que somos creadores de aquello que nos sucede, individual y colectivamente. Feliz inicio del verano.