Tenía 6 años cuando mi madre nos llevó a ver a Chabelo al estudio, en una experiencia inolvidable por conocer la atmósfera de su programa y porque por primera vez tuve una crisis de migraña durísima. Lo que le faltaba a la familia de cada quien, complemento temprano de entretenimiento, lo proveyó su televisora y su empatía dinámica irresistible entre la gritería de niñas y niños emocionados.
El eterno niño falleció este sábado a los 88 años, en tiempos con evidencia de que la supervisión y acompañamiento doméstico y familiar están minados.
El personaje surgió en la década de los 50 en el programa Carrusel Musical de Ramiro Gamboa, el Tío Gamboín, con la prioridad de vender alguna noción de cohesión familiar frente a la pantalla.
Xavier López Rodríguez, nacido el 17 de febrero de 1935, fortaleció la convivencia con su programa En Familia, en una época en la que el bullying no había sido conceptualizado.
En sus inicios, Chabelo era la representación de un niño travieso. En una de sus primeras películas, El Extra (1962), Cantinflas lo confronta para que dejara de asediar a dos pequeños.
Era una época en que el acompañamiento familiar como elemento para evitar el acoso escolar no estaba presente; existía –y aún persiste en algunos– la noción de permitir a los niños endurecerse para aprender la realidad de la vida. Incluso, ante la indisciplina, profesores imponían motes humillantes, castigos físicos o evidenciaban a los “traviesos”.
En 1978, el psicólogo escandinavo Dan Olweus publicó “La agresión en las escuelas: Los bullyies y niños agresivos”, un estudio que por primera vez delineó el bullying como un problema intencional, repetitivo y de poder.
Las redes sociales, los dispositivos inteligentes permiten ahora visibilizar y viralizarlo como uno de los pendientes que requiere atención en familia y comunidad, sin catafixia.
En el Consejo Ciudadano de la CDMX, a través de la Línea de Seguridad o Chat de Confianza 55 5533 5533, este año hemos apoyado a más de 120 niñas y niños por acoso escolar.