Esta semana, del 11 al 17 de junio, se dedica por parte de la Organización Mundial de la Salud al Día Mundial del Donante de Sangre. El 14 de junio de cada año la Asamblea Mundial de la Salud decidió exaltar este evento como forma de agradecimiento a las personas donantes de todo el mundo, pero también para concientizarnos sobre la importancia de la donación segura de sangre y sus derivados para transfusiones sin riesgos y para su acceso universal.
El lema de la campaña para el año 2023 es: “Dona sangre, dona plasma, comparte la vida, compártela frecuentemente”, con el cual se recuerda que hay personas que necesitan transfusiones de por vida, subrayando el papel que todos como donantes reales y potenciales podemos jugar por medio de la amable donación de sangre o plasma.
Si usted goza de buena salud, propóngase ser donante periódico de forma no remunerada. Le aseguro que será una enorme forma de servicio que el Universo no pasará por alto para regresarle la bendición que puede significar para otras personas contar con este insumo para salvar sus vidas o las de sus seres queridos.
Desafortunadamente, aún existen muchos obstáculos para la obtención de sangre inocua y segura. Por razones principalmente de salud, no todos pueden donar, lo que reduce muchísimo la cantidad de personas donantes y, por lo tanto, de sangre disponible en los bancos. Además, existen tipos muy particulares de sangre que no se encuentran fácilmente.
El comercio ilegal y los mitos y tabúes alrededor de las donaciones se convierten en grandes barreras para la obtención de este vital recurso biológico. “Vivimos porque tú donas” es la frase que acompaña al lema de este año y que se explica por sí misma.
De acuerdo con la Cruz Roja, debemos donar sangre porque:
1. La sangre no se puede fabricar,
2. La sangre es imprescindible para operaciones y urgencias,
3. La sangre caduca, y no se puede almacenar por un tiempo indefinido.
El Instituto Nacional de Cardiología establece como requisitos generales para la donación: tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kg., no tener anemia, no haber padecido Dengue, Zika, Chikungunya y COVID-19 en los últimos 3 meses (si requirió hospitalización no puede donar en 1 año), si se tiene Diabetes o se es persona hipertensa dependerá de una valoración médica previa, no estar embarazada ni lactando, no haber tenido más de cuatro embarazos, no haberse realizado tatuajes, acupuntura o perforaciones en el último año; y como requisitos inmediatos: no tener algún proceso infeccioso (gripa, diarrea o lesiones en la piel), no haber ingerido bebidas alcohólicas en las últimas 48 horas, no haberse aplicado vacunas en el último mes, y en el último año Rabia y Hepatitis B, evitar consumir grasas y derivados de la leche 24 horas antes de donar, no haber tomado antibióticos ni aspirinas en los últimos 7 días.
Dado que ante una urgencia médica nos vemos mucho más limitados para encontrar donantes, o como sucedió en situaciones de emergencia general como la pandemia por COVID-19, por favor, por lo que más quiera, si usted está en condiciones para donar, hágalo como parte de sus propósitos de cada año.
No sabemos cuándo vamos a requerir de sangre salva, y créame que cuando somos receptores, experimentamos desde lo más profundo la gratitud por la bondad de quienes en su momento se convirtieron en héroes y heroínas cuya generosidad nos salvó la vida o la de quienes más amamos.
#DonaSangreDonaVida