Amables lectores, el 3 de abril de 1905 un grupo de adolescentes fundaron en Buenos Aires al Club Atlético Boca Juniors.
118 años después, el equipo de la franja amarilla horizontal tiene motivos de sobra para celebrar, tal y como ha acostumbrado a los suyos a hacerlo con triunfos, títulos y copas.
En Primera desde 1913 y profesional desde 1931, es el único plantel del fútbol argentino que nunca ha descendido, acumulando en toda su historia más de 70 títulos en diferentes competencias locales e internacionales.
La Federación de Estadística e Historia del Fútbol lo distinguió como el mejor cuadro sudamericano del siglo XXI y el único latinoamericano en los 10 primeros del mundo.
Boca es una religión, una forma de vida para millones de aficionados y los 50 mil afortunados que ingresan al Alberto J. Armando, la legendaria “Bombonera” que ha visto tardes y noches llenas de historias fantásticas y de leyendas eternas comandadas por el bienquerido Diego Armando Maradona.
Tuve la oportunidad de conocer en 2001 el colorido barrio de La Boca con sus colores, sus olores y sabores porteños, siempre con el fondo de un tango que pone la música a la película.
Riquelme, Palermo, Maradona, Tévez, Rattin, Schelotto, Rojas, Mouzo, Batistuta, Gatti, Caniggia, Marzolini, Abondanzieri son algunos de los nombres que ya están grabados con letras de oro en la historia del cuadro boquense.
Hace apenas algunas semanas se dio un partido de homenaje para despedir a Román Riquelme, entre estrellas de Boca y la selección de la Argentina; la presencia de Messi desbordó a la afición, pero la grada le hizo ver con respeto que esa es la casa de Román, quien al final del encuentro lució una camiseta con el nombre de Maradona, el Diego inmortal.
Existe un ambicioso proyecto de construcción del nuevo estadio de Boca, un escenario de vanguardia a la altura de los nuevos tiempos del club, aunque el aforo deseado no podría dar cabida a todos los socios boquenses.
Difícilmente existe un equipo que genere elevados índices de pasión en su entorno, lo mismo en Buenos Aires que en cualquier parte del mundo donde se presente.
Boca está en el camino de sus primeros ciento veinte años de protagonismo constante y de grandeza continental que se resumen en una forma de vida que contagia e invita a conocerle.
Un eslogan publicitario de hace algunos años describe a la perfección lo aquí comentado: “La Bombonera no tiembla, late”.
