En la época del oro del cine mexicano se construyeron grandes salas a las que solían asistir los presidentes en turno. No tenían nada que ver con los grandes complejos de hoy en día: ir al cine representaba un lujo y la gente iba muy bien arreglada para ver a los grandes histriones como Fernando Soler, Arturo de Córdoba o María Félix. Ejemplos de estos cines son el Ópera, el Orfeón y del que quiero platicarles hoy: el Metropolitan.
Luego del sismo que sacudió a la capital en 1985, varios de estos lugares sufrieron daños. El único que sobrevivió es, precisamente, el Metropolitan con una arquitectura formidable estilo art decó, paredes de granito y esculturas inspiradas en la Capilla de Versalles. A partir de los años noventa, este lugar dejó de proyectar películas para convertirse en una sala de conciertos: grandes personalidades han pisado su escenario como Tony Bennet, Jorge Drexler, The Smashing Pumpkins y próximamente una artista que adoro: Paty Cantú.
Paty Cantú anunció su concierto en este lugar y agotó localidades a las pocas horas de poner a la venta los boletos. Abrió una fecha más que también agotó. Luego, abrió una tercera fecha para finales de año ¡Tres llenos totales para una cantante que no para de trabajar!
Paty estuvo de gira con el “2000′s Pop Tour” en donde le fue espectacular: lugares masivos en donde sus canciones las corean miles y miles de personas. Y hace unos días que tuve la oportunidad de platicar con ella, le pregunté cómo tomó la decisión de armar algo en solitario: “Este año he estado haciendo shows, pero también me he enfocado en sacar canciones y armar un repertorio de donde pudiera salir una nueva gira. Y de pronto dije que es momento de armar algo, del ‘Feliz breakup tour’, la gira del feliz rompimiento donde la gente venga a sanar. Con bailarines, vestuarios, una banda nueva. Y surgen dudas ¿Y sí querrán verme? Pero dije: me voy a aventar y me voy a arriesgar. Voy a armar algo que tenga sentido, que sane a la gente. Saqué la primera fecha en el Teatro Metropolitan ¡y se vendió en pocas horas!”.
Me contaba entre risas y bromas que es una mujer que se duerme de madrugada y que cena hasta tres veces viendo películas, componiendo, encontrando la inspiración y checando redes sociales en donde sus fans le expresan su cariño de manera desmedida. Es con ellos donde se le ve más cómoda: “En el escenario me siento segura porque me siento acompañada porque los fans se han convertido en mi lugar seguro, son mis amigos, son mi familia, les ha pasado lo mismo que a mí. Ellos me han hecho, la carrera tiene altos y bajos, los equipos de trabajo cambian pero los fans están ahí siempre.
“Se te nota”, le dije, “es muy difícil que a un artista se le note esa familiaridad con los fans”. “¿Sabes? Sí me siento con una familia muy grande”, contestó. Y ahí le pedí, y le aseguré que aunque el Metropolitan es un lugar precioso y espectacular, espero verla el siguiente año en el gran coloso de Reforma, el Auditorio Nacional. “Ahí nos vemos”, me dijo con una sonrisa tan grande en la que no cabe ninguna duda.