Por mucho tiempo nos enseñaron que la lencería era para gustar, para seducir o para “verse bien” frente a alguien más en una situación íntima; que sólo ciertos cuerpos “merecían” el encaje y las transparencias.
Pero ¿qué pasa cuando te eliges a ti? La lencería puede ser una forma poderosa y muy personal de reclamarnos frente al espejo para crear una revolución de amor propio y expresión de deseo contigo mismo antes que con los demás.
La industria de la lencería cada vez crece más mundialmente, actualmente se estima que el costo de esta industria es de 320 millones de dólares anuales, es decir seis mil millones de pesos.
Esto se debe a que cada vez más personas utilizan estas prendas en su día a día formando ya parte de ellos mismos, desde una visión de amor, moda y sensualidad y no solo una visión sexual. La lencería ha estado presente en la sociedad por años, incluso volviéndose prendas indispensables en los armarios.
Usar lencería tiene muchas ventajas al momento de querer conectar con tu persona desde un lugar de amor y aceptación, estas son algunas de ellas:
Aumenta tu autoestima y seguridad personal: reconocerte con lencería ayuda a que tu autoestima suba, no solo personalmente sino también con tu pareja, ayudando a que tus encuentros sexuales sean mucho más placenteros.
Ayuda a reconciliarte con tu cuerpo: observarte con lencería puede ser el parteaguas a una aceptación corporal fundada desde el amor y no desde el odio, una prenda de lencería puede ser tu mejor aliada para reconocer, abrazar y aceptar esa inseguridad de una manera amable y sexy.
Revitaliza tu sensualidad y sexualidad: conocerte sensualmente ayudará a que tu sexualidad esté a flor de piel, y pierdas el miedo a mostrarte tal y como eres.
Cada vez que una persona se pone lencería para sí misma, está diciendo: “no necesito la mirada de otro para valer”. Eso es amor propio. Eso es poder. Eso es revolución.
Si estás listo para empezar a reconectar con tu sensualidad y sexualidad, la lencería puede ser esa forma de expresión ideal para ti, un acto de amor propio y una invitación a disfrutar de tu sensualidad sin filtros. Y si quieres compartir esa energía, JOYclub es el lugar ideal, no hay tabú, bienvenido a una comunidad libre y sin juicios. Un espacio seguro y abierto donde se respeta la diversidad sexual, las identidades y las formas de relacionarse, porque todas las orientaciones, géneros y preferencias tienen cabida sin juicios.