La firma germana desea mejorar su portafolio eléctrico mediante la creación de exámenes rigurosos a sus sistemas de frenos. Las pruebas de Mercedes-Benz se realizarán en Arejplog, Suecia. Esta región se encuentra muy cerca del Círculo Polar Ártico caracterizado por sus temperaturas extremas.
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Los modelos a prueba
Por más de 20 años, una extensión de la planta de Sindelfingen de Mercedes-Benz existe cerca del Círculo Polar Ártico. Los modelos que han pasado por estas rigurosas pruebas son EQE, EQS, EQS SUV y EQE SUV; todos vehículos que serán parte crucial del portafolio de la firma de la estrella para el futuro.
Durante las pruebas, se genera una ruta que va del lago congelado de la región hasta la montaña más alta de la región. El equipo de la marca tiene como principal prioridad buscar cualquier fallo individual en los frenos de manera individual y para cada modelo existente. El objetivo es siempre llevar los sistemas de freno al límite para detectar cualquier debilidad potencial.
El objetivo de las pruebas de Mercedes-Benz
Las pruebas de Mercedes-Benz cerca del Círculo Polar Ártico buscan crear una nueva generación de controles de estabilidad. Utilizando las propiedades de la propulsión eléctrica para controlar el torque exacto para mandar a las llantas, los vehículos se someten a temperaturas de hasta -26 grados centígrados.
Comparado con asfalto seco, una pista hecha de hielo y nieve reduce el nivel de agarre de un vehículo hasta 90%. Esto significa que la estabilidad y control de un vehículo, particularmente cuando se acelera o frena de golpe, resulta gravemente afectado. Por lo tanto, si los sistemas de frenado y estabilidad son capaces de superar estas pruebas, sin lugar a dudas estarán listos para lidiar con el manejo citadino que exigirá la mayoría de sus clientes.