La reciente remodelación del Cetram San Lázaro, con una inversión de 550 millones de pesos, buscaba transformar este crucial punto de conexión en un espacio más moderno, seguro y eficiente para los 240,000 usuarios que transitan por allí cada día. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mejorar la infraestructura, persisten problemas que afectan la experiencia de los usuarios: el comercio ambulante desordenado y la acumulación de basura.
¿Por qué es importante esta renovación?
San Lázaro conecta diversas líneas de transporte, como las del Metro (líneas 1 y B) y el Metrobús (líneas 5 y 7), y también se encuentra cerca de la Terminal de Autobuses de Pasajeros del Oriente (TAPO). La remodelación buscaba optimizar estos cruces, asegurando que los miles de usuarios que pasan por allí todos los días puedan hacerlo de manera más rápida y segura. Sin embargo, la presencia desordenada del comercio ambulante interrumpe este flujo y pone en riesgo la seguridad de los peatones.
El impacto del comercio ambulante
Si bien muchos usuarios comprenden la necesidad de los vendedores ambulantes, también reconocen los riesgos de operar en un espacio tan concurrido. Luis López, un usuario frecuente del Metro, menciona con preocupación la presencia de tanques de gas cerca de las estaciones. Este tipo de actividad no solo es un potencial riesgo para la seguridad, sino que también obstruye el paso de los peatones, dificultando la movilidad en una zona de alta demanda.
Por otro lado, Ailín, una usuaria que utiliza el servicio en horarios punta, señala cómo, durante las temporadas de mayor afluencia, como diciembre, la obstrucción de las entradas y la acumulación de residuos convierten el paso en un caos. La falta de regulación no solo impacta la fluidez del tránsito, sino que también socava los objetivos de la remodelación.
La importancia de un enfoque integral
A pesar de los avances visibles en la infraestructura del Cetram San Lázaro, se necesita un enfoque integral que además de abordar la parte física de la remodelación, también la regulación del comercio ambulante y la limpieza constante de la zona. Este es un punto clave para garantizar que el espacio cumpla con su función como nodo de transporte seguro y eficiente. José Martínez, trabajador en la zona, destaca la importancia de un compromiso de las autoridades para que los usuarios puedan disfrutar de las mejoras implementadas y no se vean obstaculizados por problemas estructurales que continúan afectando el flujo.
Propuestas para mejorar la situación
- Regular el comercio ambulante: Implementar un sistema que permita a los vendedores ambulantes operar de manera ordenada, sin bloquear las entradas y pasillos del Cetram. Esto podría incluir la creación de espacios destinados al comercio, con medidas de seguridad adecuadas.
- Concientización sobre seguridad: Crear campañas informativas que sensibilicen tanto a los vendedores como a los usuarios sobre los riesgos del mal manejo de productos peligrosos, como los tanques de gas, en espacios públicos.
- Reforzar la limpieza y mantenimiento: Asegurar que las autoridades encargadas de la limpieza mantengan el Cetram libre de basura, sobre todo en los puntos de mayor congestión, para facilitar el tránsito y evitar la acumulación de residuos.
- Fomentar la participación ciudadana: Crear canales donde los usuarios puedan reportar problemas directamente a las autoridades, generando un sistema de retroalimentación constante para mejorar las condiciones en tiempo real.
Al final, lo que está en juego no es solo la infraestructura física, sino la calidad de vida de los millones de personas que dependen de un espacio seguro y eficiente para sus traslados diarios. Si bien la remodelación de San Lázaro es un paso positivo, el verdadero desafío radica en mantener un equilibrio entre el desarrollo urbano y las necesidades de la comunidad que lo habita y transita todos los días.
Y tú, ¿cómo ves esta situación? ¿Qué cambios propondrías para que el Cetram San Lázaro realmente sea un espacio funcional y seguro para todos?
