El quarterback de los Packers de Green Bay, Aaron Rodgers, no entrenó en toda la semana debido a una lesión en un pulgar, pero se espera que juegue el domingo contra los Rams de Los Ángeles.
Rodgers comentó el miércoles que tiene una fractura en el dedo, la cual ocurrió cuando se ejercitaba en casa durante su cuarentena después de dar positivo al COVID-19.
“Así es, jugará”, dijo el viernes Matt LaFleur, el entrenador de los Packers.
Debido a la lesión, Rodgers sólo practicó un día la semana pasada y a pesar de ello lanzó para 385 yardas y cuatro anotaciones en la derrota 34-31 de visitantes frente a Minnesota.
Durante la semana previa al partido contra los Vikings, Rodgers únicamente entrenó el viernes de la semana pasada. El quarterback de Green Bay no entrenó este viernes, aunque no tenía alguna referencia en el reporte de lesiones que los Packers publicaron por la tarde.
“No participó en el entrenamiento, pero estuvo en el campo e hizo indicaciones a Jordan (Love, el quarterback suplente del equipo); unicamente prácticó indicando jugadas”, dijo LaFleur.
Los Packers (8-3) anunciaron el viernes que el entrenador asistente Luke Butkus no estará en el juego del domingo debido a los protocolos relacionados con el COVID-19 y Tim Zetts, encargado del control de calidad de la ofensiva, asumirá las responsabilidades de Butkus.
El running back Aaron Jones (rodilla), el linebacker exterior Rashan Gary (codo) y el receptor abierto Allen Lazard (hombro) aparecen en duda después de que no vieran acción contra los Vikings. Gary entrenó a cabalidad el viernes, mientras que Jones y Lazard lo hicieron de forma limitada.
El corner Kevin King (cadera/rodilla) no entrenó en toda la semana y su inclusión está en duda. El wide receiber/kickoff returner Malik Taylor (abdomen) y el tackle ofensivo David Bakhtiari (rodilla) quedaron descartados.