La gran victoria de Saúl Canelo Álvarez frente a Caleb Plant quedó marcada, no solo por el hecho de conseguir los títulos de peso supermediano de los cuatro organismos, también por el histórico Cinturón Teotihuacano.
Este cinturón conmemorativo fue el décimo creado por el CMB para una pelea tan especial, como la realizada en las Vegas, Nevada.
Pero, el cinturón teotihuacano tiene aún más detalles por descubrir, y eso contaron Gerardo y Topacio Cuevas, diseñadores de este fajín, en el estudio de diseño mexicano Taller de Obsidiana, firma mexicana de diseño experta en la maquila y creación de piezas en obsidiana con un legado de tres generaciones.
En plática con Publisport, Topacio y Gerardo Cuevas Campos revelaron algunos detalles del diseño de este cinturón.
“Definimos los materiales, como es la obsidiana y buscar los materiales más representativos que usaban los teotihuacanos. Además, usamos los símbolos de Teotihuacán, como las pirámides, además del sol y la luna y la deidad de llevar a la serpiente emplumada, ósea Quetzalcóatl. Otro reto fue que tuviera movilidad, curvatura, además de cuidar el peso”, afirmó Topacio Cuevas.
“El diseñarlo tardó entre dos y tres semanas, pero el proceso de creación fue el más pesado. Con más de cuarenta piezas en este cinturón, pues cada una tuvo su tratamiento y el ensamblaje en la piel fue complicado”, dijo Gerardo Cuevas.
Poe otra parte, también destacaron algunas cualidades que cuenta este cinturón que se entregó el pasado 6 de noviembre.
“La técnica fue algo que nos distingue. Nunca se había hecho un cinturón de obsidiana, y conceptualizando todo lo de una cultura, como la teotihuacana. También es un reconocimiento de Teotihuacan para el mundo. Hay que reconocer el trabajo de los artesanos” afirmó Gerardo.
“Me siento muy orgullosa de que tanta gente haya visto el resultado de un trabajo arduo. No dimensionábamos la cantidad de gente que nos vería. Estabamos enfocados en los detalles y ahora, a través del deporte, la gente puede aprender y conocer un poco de la cultura y del trabajo que hacemos”, dijo Topacio Cuevas.
El cinturón, inspirado en la grandeza y majestuosidad de la Ciudad de los Dioses, Teotihuacán y el poder de Quetzalcóatl está compuesto por más de 40 piezas de obsidiana dorada, una roca icónica de esta cultura que fue la piedra angular de la economía de esa época. En el centro hay dos serpientes que se encuentran de frente, con dientes de jade. Las representaciones de Quetzalcóatl forman parte del cinturón con un marco geométrico alusivo al plumaje de esta deidad.
