Estados Unidos orquestará un boicot diplomático a los inminentes Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing en protesta a los abusos de los derechos humanos del gobierno chino, confirmó el lunes la Casa Blanca. Poco antes, China amenazó con tomar “firmes contramedidas”.
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“La representación diplomática y oficial de Estados Unidos trataría estos juegos como si fueran negocios habituales ante los atroces abusos y atrocidades de los derechos humanos de la República Popular China en Xinjiang, y simplemente no podíamos hacer eso”, dijo la secretaria de prensa Jen Psaki en su comparecencia del lunes.
Psaki aclaró que los atletas de Estados Unidos podrán competir y tendrán “todo nuestro apoyo”, pero añadió que “no vamos a contribuir a la fanfarria de estos juegos”.
“Tenemos un compromiso fundamental en el fomento de los derechos humanos. Y estamos firmes con nuestra posición y continuaremos tomando medidas para promover los derechos humanos en China y otras partes”, añadió Psaki.
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El presidente Joe Biden tiene previsto ser anfitrión esta semana de una Cumbre por la Democracia, un encuentro virtual de líderes y expertos de la sociedad civil de más de 100 países entre el jueves y viernes. El gobierno de Estados Unidos ha dicho que Biden quiere aprovechar el cónclave “para anunciar compromisos individuales y colectivos, reformas e iniciativas para defender los derechos humanos en el país y en el exterior”.
El presidente del comité de relaciones exteriores del Senado, Robert Menéndez, afirmó que semejante boicot diplomático “es un paso necesario para demostrar nuestro compromiso inquebrantable frente a los abusos inconcebibles del gobierno chino”.
El senador demócrata del estado de Nueva Jersey instó a “otros aliados y socios que comparten nuestros valores sumarse a Estados Unidos en el boicot diplomático”.
El vocero del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, acusó a políticos estadounidenses de actuar para la galería en la cuestión de si envían dignatarios oficiales a las competiciones. China confía en que la cita olímpica en febrero sirva de escenario para su desarrollo económico y sus logros tecnológicos.
En declaraciones a la prensa en una conferencia diaria, Zhao dijo que el boicot sería una “provocación política directa”, aunque no dio detalles sobre cómo respondería China.
Defensores de los derechos humanos y legisladores en Estados Unidos que respaldan el boicot sostiene que es una medida necesaria. Señalan al pobre historial de China en derechos humanos con justificación y afirman que el país asiático utiliza los juegos para blanquear su maltrato a activistas de derechos civiles, disidentes políticos y minorías étnicas.
“Sin haber sido invitados, los políticos estadounidenses siguen hablando del llamado boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Beijing, que son puras ilusiones y actuaciones de cara a la galería”, dijo Zhao a periodistas.
El envío de delegaciones de alto nivel a los torneos olímpicos es una tradición de Estados Unidos y otros países. El entonces presidente George W. Bush asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Verano de 2008 en Beijing. La actual primera dama, Jill Biden, lideró a la comitiva estadounidense a la cita de verano en Tokio este año y el esposo de la vicepresidenta de Estados Unidos, Doug Emhoff, lideró una delegación a los Juegos Paralímpicos.
El boicot diplomático se declara mientras Washington intenta estabilizar sus accidentadas relaciones con Beijing y al mismo tiempo mantener su estrategia en cuanto a tensiones comerciales y conflictos sobre las acciones de China en Taiwán, derechos humanos, Hong Kong y el Mar de China Meridional.
Beijing ha respondido con dureza a todas las críticas estadounidenses, que tacha de intromisiones en sus asuntos internos, y ha vetado a políticos estadounidenses a los que considera hostiles.
No estaba claro a quién podría haber enviado Estados Unidos a los juegos de Beijing, y los comentarios de Zhao parecían indicar que Beijing no ha enviado invitaciones.
Australia, cuya relación con China se ha agriado por varias disputas, también ha planteado la posibilidad de un boicot diplomático.