Un sueño efímero. Así se podrá definir la última participación de Rayados de Monterrey en el Mundial de Clubes, tras quedar eliminado en cuartos de final frente al Al-Ahly de Egipto por 1-0 en el Estadio Al-Nahyan, en los Emiratos Árabes Unidos.
El camino parecía abierto para una actuación histórica por los pupilos de Javier Aguirre, pero la catástrofe llegó ante un equipo africano que llegó parchado ante más de una decena de bajas para este duelo.
En un fiel reflejo de lo que han sido las últimas dos temporadas, el Monterrey dependió de chispazos individuales para buscar conseguir el boleto a las semifinales del Mundialito, pero el bajo nivel de algunos elementos se reflejó en uno de los torneos a los que aspiraba la Pandilla.
Tanto Luis Romo, como Rodolfo Pizarro y Rogelio Funes Mori mostraron que no están en un buen momento, junto a un cuadro defensivo improvisado con Matías Kranevitter, ante los egipcios que tuvieron orden y paciencia para intentar hacerle daño al conjunto mexicano.
La sequía goleadora fue otro de los elementos que se presentó para los Rayados, que dispararon cerca de 10 ocasiones apenas en la primera mitad, pero apenas e inquietaron el arco del Al-Ahly. Mientras que Esteban Andrada se comenzó a convertir en figura, con un par de atajadas en los 45 minutos.
Conforme pasaron los minutos en la segunda mitad, el cansancio provocado por la Fecha FIFA comenzó a reflejarse en los elementos albiazules, que dejaron de pelear la pelota y solo acompañaban al conjunto africano, que fue creciendo y aunando pases.
Y llegó la hecatombe para el Monterrey. Una desatención de la defensa dejó mal parado al arquero Esteban Andrada y Mohammed Hany marcó un golazo desde dentro del área grande, para dejar fríos a los jugadores regios.
Desde el banquillo, Javier Aguirre intentó responder con la entrada de Jesús Gallardo, Vincent Janssen y Joel Campbell. Pero, al igual que en la temporada regular, no fueron la solución que buscó el Vasco, quien terminó acumulando delanteros en el área rival, pero sin una idea precisa de ataque.
Un par de contragolpes de los egipcios y una nula respuesta de la Pandilla fue el resumen de los últimos minutos, que ni dramatismo lograron ponerle a este compromiso.
Ahora, Monterrey tendrá que conformarse con el premio de consolación y disputará el encuentro por el quinto lugar. Pero la presión comienza a ahogar a Javier Aguirre y compañía, que, con un nuevo fracaso, deberán estar enfocados en conquistar la liga, o podrá haber consecuencias en la institución.
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