La explosión en las instalaciones de Aramco, uno de los patrocinadores de la Fórmula 1, a no más de 20 kilometros del circuito de Yeda, donde se llevará a cabo el Gran Premio de Arabia, provocó el retraso y suspenso en el entorno automovilístico.
Esta situación, llevó a que pilotos, directivos de escuderías y miembros de la Fórmula 1 se reunieran para determinar si el GP de Arabia Saudita estaba en condiciones para llevarse a cabo.
Después de la reunión, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Mohammed ben Sulayem y el CEO de la F1 Stefano Domenicali, informaron a los medios de comunicación que las autoridades locales ofrecieron las medidas de seguridad necesarias para que el evento siga con normalidad.
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“La Fórmula 1 ha estado en estrecho contacto con las autoridades competentes tras la situación que se ha producido hoy. Las autoridades han confirmado que el evento puede continuar como estaba previsto y seguiremos en estrecho contacto con ellas y con todos los equipos y supervisaremos la situación de cerca”, informaron los directivos a los medios.
“El programa del fin de semana de carreras continuará según lo previsto. La seguridad de todos nuestros invitados sigue siendo nuestra máxima prioridad y esperamos dar la bienvenida a los aficionados para un fin de semana de carreras de calidad y entretenimiento”, agrgaron.
Este sábado continuará la actividad con el tercer día de pruebas y posteriormente, se llevará a cabo la clasificación para determinar el lugar en el que arrancarán los pilotos en la carrera del próximo domingo 27 de marzo.