Para tratar de que lleguen motivados al juego de ida de la gran final de Concachampions ante el Seattle Sounder, aficionados de Pumas se dieron cita en el hotel de concentración del equipo al sur de la Ciudad de México, para llevarles serenata y mostrarles su incondicional apoyo.
Con cánticos en la puerta del lugar, los seguidores lograron que jugadores y hasta el entrenador Andrés Lillini salieran a cantar y bailar con ellos.
“Sabemos que de local tenemos que ganar, como lo hicimos con Saprissa, New England y Cruz Azul. Atacar desde el principio es una característica del equipo y nunca hemos renunciado, pero no hay que volvernos locos, pienso que estos partidos y series se ganan defendiendo bien y este equipo tiene la fortaleza, no tenemos que ponernos un revolver en la cabeza”, declaró el estratega universitario.
El duelo entre universitarios y estadounidenses iniciará en punto de las 21:30 horas de este miércoles en el estadio Olímpico Universitario.