Con su doblete en las semifinales contra los Tigres, el atacante de los rojinegros del Atlas, Julián Quiñones fue el verdugo de los felinos y uno de los principales responsables de poner a los tapatíos en la final del futbol mexicano.
El colombiano llegó a Tigres a los 18 años en donde se formó en todos los procesos del equipo regiomontano hasta su debut en el máximo circuito bajo la tutela de Ricardo Ferretti.
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Quiñones, a pesar de su pasado auriazul, festejó con efusividad ambos goles en la eliminatoria, y en su segundo tanto, excompañeros como Luis Quiñones y Guido Pizarro le recriminaron por festejar efusivamente, aún cuando el marcador ya estaba cuatro goles por cero.
Esto se paso a las redes sociales, en donde los incomparables le reprocharon al jugador de ser un mal agradecido, ya que en el club universitario le dio todo como futbolista y a su consideración no les mostro respeto en su festejo.
El delantero no se quedó callado y en redes sociales expresó que si reaccionó así en los goles fue porque en su pasado tigre no sintió el respaldo de la afición incluso señalando que lo insultaban, aunque fuera uno de los suyos.
“Como me piden cosas que ni ustedes mismo lo hicieron conmigo aun estando en Tigres recibiendo insultos, mandando mensajes metiéndose conmigo con mi familia y aun estando acá en Atlas todavía seguían con lo mismo entonces ahora no me pidan cosas que no hicieron ustedes” redactó el jugador.
El canterano felino no llegó a mostrar el nivel que ahora muestra con el Atlas, llegando a tener hasta 18 meses de sequía goleadora, además de sufrir múltiples lesiones que lo mantuvieron fuera de la cancha por nueve meses, a pesar de eso, el ariete participó en más de 72 partidos vestido de amarillo.