En el Estadio Alfredo Harp Helú se disputó un partido entre los Diablos Rojos y los Guerreros de Oaxaca correspondiente a la Liga Mexicana de Beisbol. Los locales se impusieron con holgado marcador de 13 entradas a cinco. La nota lamentablemente se da por la violencia grabada en el diamante pues jugadores de ambos equipos se golpearon en varias ocasiones.
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El partido de beisbol parecía uno de tantos más al oriente de la ciudad de México pero fue eclipsado por este acto entre los jugadores que perdieron la cabeza y se fueron a los golpes como si de un partido llanero se tratara.
Mientras algunos jugadores del equipo oaxaqueño platicaban con un “referee” se alcanza a apreciar que varias personas con indumentaria roja saltan parte del área designada para los jugadores y corren. En la transmisión del partido se oye a quien comenta que “se vaciaron las bancas y empieza una trifulca”.
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La violencia es una de las mayores preocupaciones para las personas organizadores de eventos deportivos en el país y actos como éste se intentan erradicar. Pese a ello las revoluciones a las que gira el cerebro y corazón de cada jugador sumado a un momento tenso elimina momentáneamente los intentos del organizador para calmarlos.
